La inercia de la Gimnástica Segoviana decide el derbi. Por mucho que los rivales aprieten, siempre hay recursos en el lado azulgrana. Así, en el último cuarto de hora, Javi Borrego recibe con espacio un esférico en el costado derecho, acelera en los primeros metros del área y sirve el pase de la muerte a Diego Gómez, que ajusticia en boca de gol. Así firmó la Segoviana su primera vuelta perfecta tras ganar el partido aplazado por la borrasca ‘Filomena’. El cuadro de Manu González suma 15 victorias en 15 partidos y ya ha derrotado a todos sus rivales de su grupo.
El partido brindó el comienzo soñado a La Granja, asentada en los primeros compases, siempre dispuesta a contragolpear. Lo hizo enseguida en una transición lanzada por Velasco, que abrió con precisión a la banda derecha para la llegada de Hamza. El marroquí le había ganado la batalla a Borao y sirvió un balón envenenado al punto de penalti. Allí llegaban hambrientos Ibra y Dani Lázaro, que se adelantó a Christian y remató de manera letal un esférico que los azulgrana intentaron desviar bajo palos. Sin éxito. Lázaro, en su día uno de los canteranos con más proyección de la Segoviana, celebró con mayúsculas uno de sus goles más reivindicativos.
Ricardo de Andrés hacía gestos de calma desde el banquillo, pero sus pupilos no tuvieron tiempo para saborear la ventaja. La Segoviana, herida por el tanto, se marchó a campo rival como una tormenta. El balón llegó por el costado derecho y desembocó en un tiro de Adeva que se estrelló ante la defensa granjeña. El rechace llegó como un caramelo a Dani Calleja, que empaló con una fuerza inapelable un esférico que salió pegado al palo derecho. Imposible para Loren: 1-1.
Con ambos púgiles de vuelta a sus esquinas, el partido comenzó de nuevo. El dominio debía ser azulgrana, pero La Granja puso en liza una apuesta valiente. Nada de plantar el autobús en La Albuera; en cuanto había ocasión, su aguijón estaba preparado. La inercia acabó asentando a la Segoviana, con una lista imponente de finalizadores. Tras un par de tiros en segunda línea de Del Castillo y Calleja, Adeva tuvo la primera gran ocasión para poner a su equipo por delante. El delantero aprovechó un balón aéreo que sorprendió a los centrales para embolsarlo y enganchar un potente disparo al palo corto de Loren, que respondió con nota al examen.
La Granja buscaba sus ocasiones y Dani Lázaro era un felino a la espera de una oportunidad. Los centrales gimnásticos, con Rui ya sano tras una larga batalla contra el coronavirus, estaban con las alertas activas, pero el delantero les sorprendió y se plantó ante Christian, que se mantuvo erguido para tapar el máximo espacio posible y desvió el disparo a córner. La Segoviana también tenía pólvora al contragolpe y la exhibió en el saque de esquina posterior; Adeva condujo un ataque con tres camisetas azulgranas y dos defensores granjeños, pero no pudo encontrar a Borao ni a Calleja. Oportunidad frustrada.
El partido se fue al descanso con nervios en la zaga azulgrana: Viti y Christian no se entendieron en una cesión que, afortunadamente para sus intereses, se perdió por línea de fondo. Ivi, uno de los más activos en el primer acto, tuvo la última oportunidad ante del intermedio. La lluvia empezaba a arreciar desde la media hora de juego y La Granja se marchaba con el duelo en empate tras unos solventes 45 minutos.
Las espadas siguieron en alto tras el paso por vestuarios. Si el césped de La Albuera ya estaba tocado por la acumulación de partidos en los últimos días, la lluvia dificultó la circulación precisa del esférico. No era un duelo para artesanos, pero sí para físicos potentes que cubren mucho terreno. En esas, La Granja, con jugadores como Velasco o Gaby, podía competir.
La incertidumbre del césped brindó pronto a la Segoviana una gran opción en los primeros compases de la segunda parte en un centro al área que remachó Ivi tras intentarlo previamente Del Castillo. El segoviano, autor del gol del triunfo en el derbi de 2018 en El Hospital, golpeó cayéndose y no cogió portería. Replicó La Granja con un desmarque de Peli, también canterano azulgrana hasta salir en 2019, pero el pelirrojo golpeó como pudo con la zurda, su pierna mala, y no puso en apuros a Christian. Minutos después, llegó a bocajarro al segundo palo en busca de un envío letal de Velasco; demasiado fuerte, no pudo embocar.
La lluvia evolucionó a temporal, con el viento como gran protagonista. La zaga de La Granja, que cambió sus piezas –Pluma entró para el que podría ser su último derbi en La Albuera, bien porque se retire este verano o porque la Segoviana ascienda, en lugar de Barbudo, que recibió un fuerte golpe en un choque con Del Castillo– subsistía sin grandes apuros mientras esperaba su contra letal. Mientras, sus piezas defensivas estaban bien colocadas. Había salido Dani Arribas en busca de sus tiros de abrelatas, pero David Arranz le negaba el perfil derecho. Cuajó un gran partido, al igual que Cuadri, otro canterano de la Segoviana que hizo las maletas en 2019.
La contra letal la tuvo Dani, que le ganó la carrera a Borao tras un malentendido en la defensa gimnástica. El lateral accidental –durante la primera parte opero en el costado izquierdo para que Rubén vigilara a Lázaro por la derecha y ambos penetraran– molestó lo justo al delantero, recién incorporado al partido, para desequilibrarle y frustrar su disparo. El árbitro juzgó la acción como reglamentaria.
Ahí estuvo el desenlace alternativo porque en el siguiente capítulo llegaría el gol de Diego Gómez; el suplente logró una de sus primeras dianas que valen puntos. También pudo cambiar el epílogo en un balón suelto que cazó Velasco tras una falta servida al área azulgrana. El disparo salió mordido y la Segoviana, en pleno temporal, mantuvo su racha inmaculada. Es el tercer partido que gana por la mínima y en el tramo final. La Granja, que mereció mejor suerte, dio valor a la victoria número 15.
