Vuelven a oírse en Segovia tambores de lamentos de lo que pudo haber sido y no fue. Otra vez. Como siempre. Lamentos de frustración institucional (en este caso municipal) no imputables a nadie sino a la desidia, dejadez y falta de emprendimiento y del oportuno seguimiento. Es decir de nuestra propia idiosincrasia, testada a través de los años y de las oportunidades volatilizadas. Lamentos como siempre destemplados y a destiempo. Fuera de ruta.
En este caso, a raíz de la decisión del Ministerio de Defensa designando a Córdoba como sede de la futura Base Logística del Ejército de Tierra en el que llevaban trabajando nada menos que diez años. Un Centro en el que se prevén más de 1.600 puestos de trabajo. Para avalar su candidatura las autoridades cordobesas presentaron al Ministerio (¡hace una semana!) un memorándum aportando terrenos, conexiones con el Sur, alta velocidad y aeropuerto). Es decir, poco o nada que no hubiera podido disponer Segovia pues aun pensando en el aeropuerto, siempre se podría contar con Barajas –a una hora- Valladolid y el aeródromo de Fuentemilanos que hubiera requerido alguna ampliación como ya propuse hace tiempo cuando se descongestionó de allí la aviación deportiva y de recreo que con una gestión inteligente hubiera de haber ya estado en Segovia.
Pero es más, como consecuencia de esa decisión parece peligrar sin duda la supervivencia aquí del Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados (la Base Mixta) con 200 años largos de actividad desde su implantación y con más de 300 puestos de trabajo entre personal civil y militar. Además de la vocación castrense de Segovia desde la Fundación del Real Colegio de Artillería en mayo de 1.764 reinando Carlos III. Casi nada. Mas para justificar esa frustración, la alcaldesa (acompañada de la concejal de Urbanismo Clara Martín) argumenta haberse entrevistado el año pasado con el Secretario de Estado de Defensa para hacerle llegar el deseo de Segovia de contar con el asentamiento de dicha Base Logística esperando con la mayor ingenuidad la caída de higo sin más. Y ante la decisión de llevarlo a Córdoba “amenaza” con pedir explicaciones a la ministra Margarita Robles de por qué ha sido excluida Segovia. Como si a Margarita le importase un bledo Segovia y su circunstancia. Qué cosas. Pero claro, ese ninguneo no es la primera vez que se nos aplica. Precisamente por la falta de diligencia, la constancia en el seguimiento de ciertos proyectos y la concienzuda preparación de dossieres con suficientes bases que avalen nuestras aspiraciones que nos saquen de ese eterno futuro en el que estamos.
Siempre he mantenido que para que Segovia progrese debería producirse un claro revulsivo que transformara la arrostrada pasividad que nos caracteriza por un horizonte profundamente más ilusionante que impulse el motor del esfuerzo y de la entrega en lo que creemos. Si es que creemos en algo del. necesario y ansiado desarrollo que necesitamos. Y en ese sentido habría que estar profundamente abiertos a las oportunidades que se presenten y disponer de un gran reservorio perfectamente estudiado de nuestras necesidades (en este sentido ya hay infinidad de estudios y planes de desarrollo vegetando en cajones oficiales sin que nadie tire de ellos) y de nuestros recursos. Que no son pocos si los examinamos sin apasionamiento pero con realismo y con fe. Eso serviría para presentarlos en cualquier foro de progreso en un momento determinado. Y, sobre todo, ser conscientes de que cualquier iniciativa en este sentido (y lo de la ubicación de esa Base Logística es la más reciente pero no la única sobre la que penden futuros lamentos a destiempo como el histórico y emblemático Convento de Sancti Espíritus, que aún con la intención ministerial de regalárselo a la ciudad no se ha hecho el menor caso por recuperarlo) ha de ser diligenciada con el esfuerzo y el tesón que requieren.
De no ser así y de seguir con la pereza, la indolencia o la ingenuidad constatada a lo largo de los años, Segovia seguirá teniendo un eterno futuro. Mientras, de nada vale el sonido de esos tambores de lamentos a destiempo.
