Las instituciones sociosanitarias que trabajan en el ámbito de la atención a las personas mayores se encaminan hacia la prestación de servicios que contribuyan a retrasar la dependencia, entendiendo que persona de edad avanzada y enfermo no son el mismo concepto y que tras una jubilación puede quedar un largo período de vida activa. En este trabajo, que permite esquivar el ingreso en centros residenciales y adaptar servicios a las necesidades reales de los mayores, los especialistas en Enfermería Geriátrica tienen un importante y amplio campo de actuación que debe ser aprovechado por las administraciones. Estas reflexiones guiaron la primera jornada del XXII Congreso Nacional de Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, que bajo el lema ‘Avanzar en la Calidad del Cuidado’, se celebra en el Parador de Segovia. Más de 320 profesionales del sector participan en la reunión de especialistas donde tiene presencia todas las comunidades autónomas españolas y enfermeros llegados de varios países, como Portugal, Méjico o Brasil.
El encuentro fue inaugurado ayer por el delegado territorial de la Junta, Javier López-Escobar, la concejala de Gobierno Interior y Personal, Marisa Delgado, el vicerrector del campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid, Juan José Garcillán, y el presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, Fernando Martínez Cuervo.
Marisa Delgado aseguró que el lema de la reunión — ‘Avanzar en la Calidad del Cuidado’— es una filosofía constante de trabajo entre el personal de Enfermería, al que ella pertenece. La representante del Ayuntamiento, que también participa como sanitaria en varias mesas de redondas y presentaciones de comunicaciones, auguró el éxito de la reunión y agradeció la elección de Segovia como sede del encuentro nacional.
En la inauguración, el delegado territorial elogió la oportunidad de abrir un foro para la reflexión sobre la calidad de los cuidados que reciben las personas mayores, en un momento en el que tanto la sociedad como el sistema sanitario y social deben prepararse ante el crecimiento de la población mayor de 65 años. En la actualidad, este grupo de edad representa en Castilla y León en torno al 20 % de la población, pero las previsiones apuntan a que en 2050 este porcentaje habrá ascendido hasta el de 36.5 % y, entre ellos, los mayores de 80 años supondrán el 15,3 %.
Los pacientes con enfermedades crónicas y degenerativas aumentarán, al igual que el número de dependientes, por lo que las administraciones trabajan ya en la planificación de actuaciones para hacer frente a este nuevo panorama, según remarcó el delegado de la Junta. En esta línea se encuentra en desarrollo en Castilla y León el Plan de Atención a Pacientes Crónicos Pluripatológicos Complejos que implica tanto a los profesionales de Atención Primaria como de Atención Hospitalaria y de Servicios Sociales. En concreto en Segovia, se ha incrementado hasta siete el número de profesionales de enfermería especializados en Geriatría y Gerontología, de acuerdo a los datos ofrecidos ayer por la Junta.
El presidente de la Sociedad Española de Enfermería Geriátrica y Gerontológica, defendió que “en un país como es España que va a ser el segundo más envejecido de Europa en 2050, la apuesta por programas para prevenir la dependencia debería ser la pica de lanza que nos ayudase a atender bien a los mayores y a utilizar mejor los recursos”. Este trabajo debe contar con apoyos del ámbito político y económico, así como con la participación directa de las personas mayores, un colectivo que “hasta ahora ha tenido poca voz dentro del sistema sanitario”, según declaró Fernando Martínez Cuervo, que se hizo eco de la campaña de envejecimiento activo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS define el envejecimiento activo como el proceso en que se optimizan las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen. Permite que las personas realicen su potencial de bienestar físico, social y se centra en las personas mayores y en la importancia de dar una imagen pública positiva de este colectivo.
Martínez Cuervo entiende que los especialistas en Enfermería Geriátrica pueden ser un valioso instrumento de cambio que enfoque la asistencia hacia el empoderamiento del mayor. En 2004 se aprobó la especialidad de la que ya han salido tres promociones. La prueba de competencia ha capacitado como especialistas a unos 7.000 enfermeros del ámbito nacional. “La sociedad tiene a unos profesionales específicamente formados en el área de Enfermería Geriátrica y nos queda por delante desarrollar el catálogo de puestos que pueden ocupar y aprovechar las capacidades que tienen tanto para proveer mejores cuidados como para rentabilizar servicios y materiales”, según remarcó el presidente de la organización profesional que cuenta con más de 600 socios y 3.000 simpatizantes.