Fernando Alonso dejó claro que apoyaba la decisión de no reanudar la prueba a causa de la intensa lluvia que cayó.
«Ha sido lo mejor que se podía hacer, suspender la carrera, para garantizar la seguridad y porque ya no había luz. Es una pena por el público que ha venido, pero no había otra opción».
El ovetense también consideró que había perdido una oportunidad de sumar algo en Malasia. «Ya dije que, si llovía, nadie sabía lo que podía pasar, y así ha sido. Es una lástima que no hayamos podido arañar ningún punto. Después de la salida, las cosas pintaban bastante bien, aunque nos hemos acabado quedando en tierra de nadie».
El bicampeón destacó que el KERS sí le había ayudado en esta ocasión. «Ha funcionado. Pulsé el botón nada más meter segunda y vi que tenía buena tracción. Pude aprovechar los 80 caballos durante toda la recta. Gasté los seis segundos en el inicio, y no me quedó más para el resto de la vuelta, pero mereció la pena, porque se trató del momento más excitante de la jornada».
En relación a la estrategia sobre las paradas y los neumáticos, se mostró resignado. «Tomamos la decisión que creíamos apropiada. Cuando empezó a llover, era el momento justo para detenernos, porque era nuestra primera vez y los demás iban a tener que hacerlo de nuevo. Aquí, en cuanto caen dos gotas, suele llegar la tormenta, así que colocamos las ruedas extremas esperando eso».
Sin embargo, el desenlace que la escudería pronosticó tardó demasiado en producirse. «No acababa de descargar de verdad. Pusimos mucha gasolina, y claro, con los neumáticos de lluvia extrema, 95 kilos de combustible y el asfalto sin mojarse del todo, los destrozamos en pocas vueltas. Íbamos demasiado lentos y entonces optamos por los mixtos. Justo en ese instante, empezó a llover fuerte, y hubo que volver a parar. En definitiva, nos salimos demasiado del guión y comenzamos a perder muchas posiciones».
Alonso también explicó su salida de pista antes del paso inicial por los ‘boxes’. «Estaban cayendo bastantes gotas, y cuando llegué a la curva, el trazado se encontraba demasiado mojado para la velocidad que llevaba. Me perjudicó, pero quedaba bastante aún».
En relación al horario de inicio del evento, que se modificó para esta temporada, el representante nacional no criticó a los responsables de la variación. «Ha llovido en la carrera, pero en los entrenamientos no, así que también ha habido mala suerte».
Con respecto al rendimiento del R29, volvió a insistir en que el equipo necesitará emplearse a fondo para lograr progresos. «Hay que analizar muchos aspectos de estas dos primeras carreras. Tanto en la Q1 como en la Q2, donde realmente se aprecia la velocidad del monoplaza, no hemos ido lo rápidos que pensábamos que íbamos a ir. Si queremos luchar por el Mundial, que era nuestro objetivo, debemos mejorar».
En esencia, el asturiano admitió que el combinado se encuentra todavía en una fase de aprendizaje. «Ahora mismo no estamos en la línea adecuada, y por tanto hay que cambiar esta situación. Hemos extraído información valiosa, más de la que sacamos en todo el invierno. A esta carrera hay que darle un aprobado aunque sea únicamente por la salida. Simplemente por el inicio, ya ha merecido la pena. A ver cómo nos salen las cosas en China».