El presidente de la Asociación de Hoteles de Castilla y León, Carlos Díaz, se ha mostrado este miércoles «absolutamente convencido» de que este año «no habrá Semana Santa turística» debido a las restricciones impuestas para atajar la pandemia de la Covid-19. Después de celebrar un encuentro de trabajo con el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, para analizar el estado de sector hotelero en Castilla y León ante la pandemia del coronavirus y a preguntas de los periodistas, Díaz ha recalcado que «no hay esperanza» de que la afluencia turística se recupere en Castilla y León durante la Semana Santa, una época que ha considerado «decisiva» para los resultados económicos de los hoteles de la comunidad.
«Seguro que no», ha enfatizado el presidente de los hoteleros de Castilla y León, quien ha advertido que si la vacunación contra la Covid-19 «no progresa lo suficientemente deprisa» la recuperación del sector hotelero se puede retrasar, incluso, hasta el 2022 y echar a perder el próximo verano. Díaz ha lamentado que la Junta no les haya expuesto ninguna perspectiva sobre el desarrollo del Año Jacobeo, que se celebra en 2021 y que «ya ha empezado».
Ha asegurado que la Junta de Castilla y León, con cuyos responsables se ha reunido varias veces, está centrada en resolver el problema de la pandemia «desde el punto de vista sanitario» y no les ha expuesto «ningún plan sobre el día después«. Díaz ha explicado que la mayoría de los hoteles de Castilla y León pertenecen a pequeñas empresas o a empresas independientes, desvinculadas de las grandes cadenas y «todavía» no han cerrado muchos por las restricciones impuestas con motivo de la pandemia.
No obstante, ha advertido de que «muy probablemente» cuando aparezcan los problemas económicos y financieros empiecen a salir a flote lo que harán es reducir personal antes de cerrar, por lo que se notará una pérdida de puestos de trabajo en el momento en el finalice la vigencia de los expedientes de regulación temporal de empleo. Díaz ha reconocido que los hoteles de Castilla y León carecen de clientes, por las restricciones impuestas en la comunidad ante la pandemia, lo que en 2020 llevó a perder entre el 70 y el 80 por ciento del volumen turístico que hubo en 2019.
