El balance de actividad de la Biblioteca Pública de Segovia (BPSEG) en 2020 es difícil de comparar con el de anualidades anteriores, porque la situación provocada por la pandemia del coronavirus no tiene parangón, pero sí deja ver los movimientos de adaptación que han ido dando los amantes de la lectura, la música y el cine para seguir cultivándose.
Así, la demanda de libros electrónicos se ha doblado, mientras que el préstamo del libro clásico ha caído a la mitad. A través de la plataforma de lectura y de acceso a libros electrónicos ‘eBiblio’, que también ofrece audiolibros, revistas y periódicos, se han realizado 11.121 préstamos, 33 descargas, 2.110 reservas y 458 renovaciones. Este servicio ha ido ganando adeptos en Segovia desde 2015 cuando se dieron 372 entregas. En 2016 se hicieron 855 préstamos, en 2017 se bajó a 685, dato que subió a 2.031 en 2018 y se multiplicó en 2019 hasta llegar a 6.308, que prácticamente es la mitad de la cifra total del pasado año en el que la Biblioteca ha tenido cerrada sus puertas en primavera.
La clausura de las instalaciones provocó una evidente caída de las visitas al centro, y también un descenso de los préstamos de los materiales de lectura, música y cine en formato clásico.
El centro que se alza en el barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra ha recibido 76.901 visitantes durante el año del Covid, marcado por los cierres y las restricciones de aforos, y ha realizado 49.077 préstamos de revistas, libros, películas, grabaciones de música. En los momentos en que ha sido permitido se han realizado 504 sesiones de actividades culturales, con la participación presencial de 8.945 personas y 2.792 visualizaciones en el canal YouTube.
Los números de las visitas y de los préstamos son prácticamente la mitad de los registrados en 2019. Y aquí unos verán la botella medio vacía y otros, medio llena. Para el equipo profesional de la Biblioteca es un gran éxito que hayan entrado 76.000 personas en sus salas y que se hayan hecho cerca de 50.000 entregas de materiales culturales para disfrutar en casa, teniendo en cuenta todas las restricciones aplicadas, como por ejemplo, el cierre de primavera, las limitaciones de aforo que se han mantenido durante el resto del año, la cuarentena de 72 horas que tiene que pasar todo los materiales entregados. El balance anual refleja que los usuarios se han ido acostumbrando mes a mes al servicio de préstamo a demanda por teléfono o Internet.
“Los segovianos siguen leyendo, quieren estar al día en ciencia y cultura, quieren aprender y entretenerse con un libro, un concierto o una película”, manifiesta el director de la Biblioteca, Roberto García.
No hay que olvidar que la lectura quita soledad, hace soñar, y permite viajar a donde uno quiera sin pensar en toques de queda, cierres perimetrales o aislamientos domiciliarios.
