Aunque parezca un chiste no tiene ninguna gracia. Se juntan una marroquí, una italiana, una drusa israelí y una tanzana y hablan, en Segovia, en una antigua cárcel, de sus cosas, de sus dramas, de sus enfados y logros y, sobre todo, de los derechos de las mujeres y de la labor que ellas, como otras muchas, están haciendo para mejorar la vida de sus conciudadanos y por extensión de la de todos. Las activistas que están participando este fin de semana en el VI Encuentro de Mujeres que transforman el mundo, organizado por la Concejalía de Cultura, dejan detrás de sus palabras un poso de certezas pero también de incertidumbres en las personas que forman el público heterogéneo —hombres y mujeres, jóvenes, muchos maduros y ancianos— que casi llena la Sala Ex. Presa 1 de La Cárcel-Centro de Creación.
El debate sobre derechos de la mujer trasciende todos los ámbitos. Bien se pudo ver ayer en Segovia, porque la situación de una mujer en Tanzania no es la misma que en Italia pero en el corazón de la civilización latina una mujer de negocios milanesa decidió tomar cartas en el asunto ante la humillante utilización del cuerpo de la mujer por los medios de comunicación italianos, sobre todo en la televisión. La deshumanización de la mujer trasciende ejes geográficos, económicos, sociales y religiosos.
El diálogo del mediodía entre Latifa Ibn Ziaten, madre franco-marroquí que perdió a su hijo, un joven militar francés, en un atentado yihadista, y la periodista Pilar Requena causó un gran impacto entre los asistentes. Reclamó a las familias que vigilen de cerca a sus hijos para evitar que se redicalicen y terminen en las filas del grupo terrorista Daesh, que capta a jóvenes de diferentes países a través de Internet y redes sociales como Facebook, herramientas que calificó de “muy peligrosas”, según informó Europa Press. Además les pidió que no les abandonen, que les tiendan la mano y no pierdan el vínculo paterno-filial para impedir que se hagan frágiles, desesperanzados y vulnerables. “Los niños no nacen terroristas ni peligrosos, hay que darles una educación”, advirtió Ibn Ziaten. Esta ama de casa tras la muerte de su hijo fundó una asociación por la juventud y la paz y a favor del laicismo y el diálogo interreligioso. Desde su experiencia lamentó la enorme pobreza moral y la falta de amor a la que se enfrentan hoy en día muchos menores en Francia, donde existen barrios marginados y aislados que no favorecen que la juventud “sin identidad” contacte con los valores del país o se mezclen y dialoguen con el resto de ciudadanos.
La italiana Lorella Zanardo, entrevistada por la periodista Nieves Goicoechea, acabó su intervención, la primera de la tarde, con una reflexión en torno a la “brecha enorme” entre los intelectuales y la población de su país, donde el 98% ve televisión. Esta activista, considerada por la Alianza Internacional para la Mujer como una de las cien mujeres que están contribuyendo a mejorar las condiciones de las mujeres, ironizó con la posición de personalidades como el recientemente fallecido Umberto Eco que, cuando ella le mostró el corto documental ‘Il corpo della donne’ (El cuerpo de la mujer) dio un respingo ante las imágenes de mujeres cosificadas en programas televisivos y afirmó que el por las noches leía a Kant. La argumentación de Zanardo es que si ese 2% de la población italiana que no ve la televisión son intelectuales, quizá habría que obligarse a verla al menos una hora al día “para enfadarse y reaccionar después”. Desde su ‘despertar’ en 2007 ella ha escrito un libro y coproducido el citado corto para Internet —lo considera una gran herramienta democrática— que se ha reproducido 12 millones de veces. Además trabaja en un proyecto educativo con adolescentes italianos con herramientas audiovisuales — ‘Nuevos ojos para la televisión’— que muestran también lo que ella considera la “deshumanización de la mujer”, a través de programas de entretenimiento y publicidad, insistiendo siempre en la no prohibición sino en un consumo crítico. Al fin y al cabo, detrás de esa deshumanización ella percibe también una forma de violencia. “Si en lugar de mostrar una cara muestras unas piernas, unos pechos o un trasero, es más fácil ejercer violencia contra la persona”, sostuvo.
La jornada se completó, al cierre de esta edición, con la entrañable abuela Gamila Hiar, empresaria drusa en Israel, donde su fábrica ha sido motor de cambio para muchas mujeres, y la experiencia escalofriante de la activista albina y exparlamentaria de Tanzania Al Shaymaa J. Kwegyr, que mostró la sinrazón de creencias inhumanas.
La ingeniera vasca Begoña García-Zapirain recibe el I Premio ‘Mujer y Tecnología’
Las tecnologías están contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas al revolucionar los tratamientos, tanto en enfermedades como en problemas de discapacidad. García-Zapirain (Universidad de Deusto) es uno de esos ejemplos al servicio de la sociedad por su trabajo en la innovación y desarrollo de tecnologías aplicadas a la mejora de la salud.
Esta ingeniera vasca (San Sebastián, 1970) creó en 2001 el grupo de investigación e-Vida, premio ONCE Euskadi Solidario 2007 y reconocido en la European Network of Living Labs (ENoLL) y en la red de espacios sociales de innovación.
Entre los proyectos que ha desarrollado sobresale ESOVOX, un software que contribuye en los procesos de rehabilitación del habla en personas que han sufrido un cáncer de laringe (Premio de Investigación UD-Grupo Santander 2007); así como el proyecto Kineage para la rehabilitación física y cognitiva de personas mayores a través de un juego 3D con sensor kinect (Finalista del Premio Europeo Social Innovation in Ageing).
Otra investigación la llevó a aplicar técnicas de postprocesado de señales fMRI para comprender el comportamiento cerebral de niños con dislexia o pacientes con migraña y en otra al diseño y desarrollo de un sistema de detección del melanoma basado en el reconocimiento de estructuras dermatoscópicas (Accesit en el XI premio UD-Grupo Santander de Investigación).
Ha creado junto a su equipo numerosos proyectos de juegos para iPAD, como entrenamiento y rehabilitación de personas con discapacidad intelectual o niños con problemas de aprendizaje.
Entre otros galardones es Accésit Ada Byron a la mujer tecnóloga 2015 y premio DONA TIC 2015. Ha participado en más de 85 proyectos de investigación, liderando más de 40, y ha escrito más de 80 artículos en revistas, dos libros y quince capítulos, además de presentar 150 comunicaciones en conferencias internacionales.
