Fue en el campo del Boetticher, en Madrid donde se jugó el primer partido ‘organizado’ en España de Futbol Femenino, entre el Sizam y el Mercacredit, ante cerca de 8,000 aficionados.
Mucho se viene hablando de la importancia del deporte en materia de igualdad en la sociedad, aunque el deporte femenino tenga que seguir con su lucha particular. Se puede decir que el partido continúa y hay que seguir luchando por la precariedad de muchas deportistas y por superar estereotipos de antaño.
Los retos que se presentan son parecidos en todos los deportes, aunque los caminos son muy distintos. A la sombra de los grandes clubes de futbol vienen apareciendo, cada día más, las secciones de otros deportes para mujeres, arropados por la cantidad de seguidores que tienen y sobre todo por poder ofrecer a las marcas comerciales y patrocinadores, más motivos de apoyo.
Se tardará todavía en conseguir que como en el futbol, con sus ligas de Primera, Segunda, etc , se vayan consolidando, aunque el camino está empezado. A los grandes clubes, con toda su parafernalia en funcionamiento, una sección más no solo les hacen más grandes, sino que les da más posibilidades de aumentar socios y simpatizantes.
De los 18 equipos de la Liga Iberdrola del futbol femenino tan solo uno, el Santa Teresa, está patrocinado por la Diputación de Badajoz. Las ligas en baloncesto, balonmano, voley, etc, están subiendo como la espuma, aunque para llegar a la profesionalización total, como en el futbol femenino, falta tiempo y etapas que cubrir, aunque sea una prioridad, según Natalia Flores, directora del Programa, Mujer y Deporte del Consejo Superior de Deportes.
