Los comisarios de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) sorprendieron ayer al anular el resultado de Lewis Hamilton (McLaren) y su equipo en el pasado Gran Premio de Australia, después de reabrir la investigación sobre el incidente entre el inglés y el italiano Jarno Trulli (Toyota), al considerar que el actual campeón del Mundo engañó deliberadamente a los comisarios de carrera.
El transalpino, que finalizó en tercera posición en Albert Park, adelantó al inglés a dos vueltas del final, con el coche de seguridad en la pista, cuando el británico se apartó y redujo la marcha, lo que le hizo pensar que tenía problemas y se iba a detener.
Por este hecho, Trulli fue penalizado con 25 segundos, lo que significó la pérdida del podio en beneficio de su rival. En un principio, Toyota declaró que iba a apelar, pero el pasado miércoles decidió no hacerlo tras examinar los últimos fallos de la corte, ya que se considera que cualquier recurso será rechazado, tal y como se plasma en su artículo 152.
Sin embargo, el organismo indicó ayer en un comunicado que «un nuevo elemento» se dio a conocer en este asunto y reabrió la investigación.
Posteriormente, y tras reunirse con los implicados, la FIA aseguró que el piloto de McLaren, cuando acudió a ver a los comisarios el pasado domingo para investigar lo sucedido, les engañó deliberadamente en su declaración y procedió a su sanción y la de toda la escudería.
«Hamilton y McLaren actuaron de una forma perjudicial al proporcionar deliberadamente testimonios erróneos a los comisarios en la reunión del domingo», reza el escrito.
Tras conocer la noticia, la firma anglo-germana no apelará la decisión y aceptó el castigo, recalcando que no quiso engañar en ningún momento a los jueces. «El equipo comprende que los comisarios de la FIA tomaron su decisión basándose en la revisión de las transmisiones de la radio».
Además, las ‘flechas plateadas’ aseguran que «creyeron erróneamente» que dichas transmisiones habían sido revisadas por la propia FIA el pasado domingo «y consecuentemente no creyeron necesario discutirlas ese día».
Por otro lado, el español Fernando Alonso (Renault), aquejado de una otitis, tuvo que regresar a su hotel y suspendió la conferencia de prensa que tenía programada en el trazado de Sepang, aunque su participación no está en duda de cara a la carrera del domingo.
El piloto español, que llegó poco antes de medio día al trazado, fue reconocido por el doctor Riccardo Ceccarelli, que le atiende durante toda la temporada, y diagnosticó la otitis y le recomendó que se fuera a descansar.
Además, este domingo, el controvertido y carísimo KERS pasará su prueba de fuego en el circuito de Sepang, escenario del Gran Premio de Malasia.
Si el dominio de los Brawn GP fue incontestable hace unos días en Australia, el resto de las escuderías, sobre todo las que fracasaron estrepitosamente como Ferrari, se escudaron en las características del circuito de Albert Park, al que consideran bastante atípico por ser semiurbano.
Además del pobre rendimiento del nuevo elemento, a los pilotos les preocupa también la poca visibilidad, porque la salida ha sido retrasada a las 17 horas locales, y durante el último tercio de carrera puede haber poca luz.
Pero, y para que no falte de nada, todo se podía complicar con las tormentas anunciadas. En caso de que la lluvia arreciara podría darse el caso de que la mayor parte de la carrera se realizara tras el coche seguridad y seguramente no se podrían completar las 56 vueltas previstas.
