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El cuidado propio, de los demás y de la creación (II)

por José María López López
10 de enero de 2021
en Tribuna
JOSE MARIA LOPEZ 1
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En mi artículo anterior me hacía eco de la primera parte del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada mundial de la paz del 1 de enero: “La cultura del cuidado como camino de paz, necesaria para erradicar la indiferencia, el rechazo y la confrontación, que suele prevalecer hoy en día”. Presentaba el Papa a “Dios Creador como origen de la vocación humana y como modelo del cuidado, cuyo testimonio más elocuente es la compasión que realizó Jesús de Nazaret”. Y hacía una llamada a los cristianos y quienes se quieran apuntar, a practicar el cuidado para construir la paz con estas actitudes que hoy les acerco, principios todos ellos de la Doctrina Social de la Iglesia”.

“Promoción de la dignidad y los derechos de la persona. El concepto de persona, nacido y madurado en el cristianismo, ayuda a perseguir un desarrollo plenamente humano. Porque persona significa siempre relación, no individualismo, afirma la inclusión y no la exclusión, la dignidad única e inviolable y no la explotación. Cada persona humana es un fin en sí misma, nunca un simple instrumento que se aprecia sólo por su utilidad, y ha sido creada para convivir en la familia, en la comunidad, en la sociedad, donde todos los miembros tienen la misma dignidad. De esta dignidad derivan los derechos humanos, así como los deberes, que recuerdan, por ejemplo, la responsabilidad de acoger y ayudar a los pobres, a los enfermos, a los marginados, a cada uno de nuestros prójimos, cercanos o lejanos en el tiempo o en el espacio”.

“El cuidado del bien común. Cada aspecto de la vida social, política y económica encuentra su realización cuando está al servicio del bien común… referido a toda la familia humana, sopesando las consecuencias para el momento presente y para las generaciones futuras. La pandemia de Covid-19 nos muestra cuán cierto y actual es esto, puesto que nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, porque nadie se salva solo y ningún Estado nacional aislado puede asegurar el bien común de la propia población”. La llegada de la vacuna contra Covid 19 a todos los países y no solo a quienes la pueden pagar, será la muestra de una solidaridad elemental.

“El cuidado mediante la solidaridad. La solidaridad expresa concretamente el amor por el otro, no como un sentimiento vago, sino como determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos. La solidaridad nos ayuda a ver al otro —entendido como persona o, en sentido más amplio, como pueblo o nación— no como una estadística, o un medio para ser explotado y luego desechado cuando ya no es útil, sino como nuestro prójimo, compañero de camino, llamado a participar, como nosotros, en el banquete de la vida al que todos están invitados igualmente por Dios”. Sin solidaridad nos iremos todos a pique.

“El cuidado y la protección de la creación. La encíclica Laudato si’ constata plenamente la interconexión de toda la realidad creada y destaca la necesidad de escuchar al mismo tiempo el clamor de los necesitados y el de la creación. De esta escucha atenta y constante puede surgir un cuidado eficaz de la tierra, nuestra casa común, y de los pobres. No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos. Paz, justicia y conservación de la creación son tres temas absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados individualmente so pena de caer nuevamente en el reduccionismo.” Una simbiosis perfecta. Una idea novedosa y revolucionaria, me atrevo a decir.

Nos invita el Papa a tomar en mano la ‘brújula’ de los principios anteriormente mencionados y convertirnos en profetas y testigos, para superar tantas desigualdades y navegar con un rumbo seguro y común, porque “no hay paz sin la cultura del cuidado”.

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Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

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