“Nerviosos, pendientes pero contentos”, así estaban los residentes de El Alamillo ante la llegada de la vacuna contra el covid ayer durante la mañana. Así lo cuenta la directora de la residencia, Charo Cachorro, que describía este momento como “el principio para terminar con todo esto”.
En poco más de una hora, 41 residentes y 21 trabajadores de la residencia eran vacunados por la enfermera de las instalaciones. Como cuenta la directora, dos enfermeras desplazadas prepararon las dosis mientras un técnico administrativo registraba los datos de cada vacunación. Se les requirió la preparación de tres salas que han dispuesto por la zona de la bilbioteca. Una de ellas ha sido la propia sala de vacunación, que debía disponer de enchufes para ordenadores y para las neveras que contienen la ansiada vacuna. Otra ha funcionado de sala de espera para proceder a la vacuna y la última como sala “posvacuna”; es necesario esperar media hora después de que es administrada la dosis. Primero se ha procedido con los trabajadores y después con los residentes. De sendos grupos apenas ha habido reticentes a la vacunación; “algunos que estaban en duda al final se la han puesto”, reconoce la directora.
Los ancianos estaban nerviosos, pendientes y a expensas de la reacción, pero Charo cuenta que “estaban deseando ser vacunados, porque aunque haya dudas, esperan que esto les vaya devolviendo a una situación un poco más normal”, comenta; “están contentos”, añade. Los trabajadores se lo han tomado del mismo modo y a pesar de la incertidumbre que genera, esto es el principio, primeros pasos hacia el fin del covid.
La residencia El Alamillo se encuentra en estos momentos libre de covid tras superar algunos casos en etapas anteriores. Ahora mismo las medidas de seguridad siguen siendo estrictas, con distancias y mascarilla en todas las zonas comunes. Las instalaciones siguen contando con zonas reservadas para casos positivos en caso de haberlos, así como para contactos que deban guardar la cuarentena. Sin embargo, la situación es un poco más liviana que hace meses: los ancianos que contaban con compañeros en las habitaciones ya están acompañados, aunque se mantienen los turnos para las comidas individuales. Normalmente, las navidades hubieran sido un ir y venir de visitas y actuaciones, pero este año todo se ha suspendido. Sin embargo, van sumando actividades internas que requieren de menos personal.
El Alamillo es ya una residencia vacunada, con la esperanza puesta en la efectividad de esta. Ya cuentan con la cita marcada para la segunda dosis el día 29 de enero, puesto que deben transcurrir 21 días para la administración de esta segunda dosis que los acerque a la erradicación del virus.
