Diciembre fue un mes extraño a nivel epidemiológico, difícil de encasillar por su evolución. El último parcial del año trajo consigo una gran rebaja de los casos respecto a su precedente, un noviembre que por su parte venía de reducir los datos de octubre, donde se dio el pico de la segunda ola.
Sin embargo, esta tendencia muy marcada cambió a partir de la segunda semana del mes, cuando un pequeño repunte de los contagiados anunció que la evolución estaba cambiando. Desde entonces los datos crecieron poco a poco hasta final de mes, cuando los positivos empezaron a ascender de forma exponencial, situación que ha proseguido en enero y que anticipa un periodo de muy alta incidencia.
Si solo se observan los datos de diciembre comparados con los de noviembre, el último mes del año ofrece una cara muy amable tras anotarse la mitad de los contagiados que su precedente, en concreto un 44,31% menos.
De esta forma, diciembre contabilizó 626 positivos por 1.124 de su mes anterior, un total de 501 infectados menos.
Los inicios del mes contabilizaron el pico mínimo de la pandemia en la segunda ola, pero desde ese momento la evolución cambió y los claros se transformaron en oscuros.
Este empeoramiento de los datos es visible si se atiende a la evolución semanal. Los seis primeros días del mes se contabilizaron 52 contagiados (8,6 positivos por día de media), la primera semana completa del mes (7-13) se detectaron 107 (15,3 infectados por día), la segunda (14-20) se registraron 118 (16,9 al día), la tercera (21-27) un total de 148 (21,1) y en los últimos cuatro días (28-31) hubo 198 (49,5).
Como se puede observar, la tendencia alcista mostró cada vez una pendiente más pronunciada a medida que avanzaba el mes, una situación que se ha mantenido durante los primeros días de enero y que ha provocado que la Junta haya tomado la decisión de hacer retroceder a la provincia de Segovia a nivel de alerta 4.
Curiosamente, el inicio de diciembre hacía prever que la tendencia de parábola o U invertida que se había dado durante toda la segunda ola se rompiera al registrar una gran rebaja de los casos, pero tras el repunte de final de mes ha mantenido esta forma, muy común en estadística. De esta forma, octubre se sitúa como pico máximo de la ola, con unos noviembre y septiembre con datos similares, mismo escenario que representan los meses de agosto y diciembre y cuyo número de positivos son parecidos.
Enero vendrá a marcar un repunte de los datos de diciembre con total seguridad, aunque está por ver si las autoridades deciden si se trata de una tercera ola o simplemente la encuadran como un segundo pico dentro de la segunda.
En cuanto a la mortalidad en Segovia, diciembre obtuvo a lo largo del mes 11 fallecimientos, todos concentrados en sus primeros 16 días. De ellos, siete (el 63,64%) se han dado entre usuarios de las residencias de mayores, lo que demuestra una vez más que estos espacios son clave para explicar los datos de mortalidad en la provincia.
De esta forma, diciembre redujo las cifras de muertes de noviembre, que contabilizó 18 (11 en residencias). Respecto al futuro, el inicio de enero tendría que seguir la tendencia de la segunda quincena de diciembre de baja mortandad, pero la segunda parte del mes esta podría registrar una evolución al alza merced al aumento de contagios de los últimos días de diciembre y como producto del ‘efecto Navidad’.
