El Real Madrid no supo aprovechar ayer el ‘pinchazo’ del Barcelona frente al Villarreal en el Camp Nou (1-1) y se marchó de Pamplona sin el liderato en su estreno en el año 2010.
Los hombres de Manuel Pellegrini se quedaron en blanco ante Osasuna, al no poder transformar ninguna de sus numerosas ocasiones de la segunda parte, después de una primera mitad bastante decepcionante.
En los 45 minutos iniciales, el bloque ‘rojillo’ le planteó al combinado de Concha Espina una batalla muy incómoda. Presionó al adversario en su campo y, tal y como había prometido el preparador José Antonio Camacho, intentó alejar lo más posible a las figuras visitantes del área navarra.
De este modo, Cristiano Ronaldo, Higuaín y Van der Vaart apenas entraron en contacto con el balón; además, los pivotes del Madrid no lograron dominar, y su escuadra apenas creó peligro antes del descanso.
De hecho, los de la capital de España únicamente dispararon entre los tres palos de Ricardo en un lanzamiento del mediapunta holandés, gracias a una buena acción personal de Arbeloa.
El conjunto local, que confiaba en su derroche físico y que mostraba el único argumento del juego directo hacia Pandiani y Aranda, ‘se fue creciendo’ con el paso de los minutos, e intentó sorprender con diversas internadas de Juanfran y con saques a pelota parada, como en el córner que cabeceó Nekounam, quien obligó a intervenir a Casillas.
Progresos
Los blancos salieron más ‘enchufados’ en la segunda parte, y no tardaron en generar oportunidades.
El Madrid dio un paso adelante ante un Osasuna que empezó a pagar el desgaste. Esto conllevó un cambio de escenario, pero los visitantes perdonaron en los tiros de Marcelo, Van der Vaart e Higuaín.
El bloque anfitrión recompuso la figura a raíz de un saque de esquina en el que Miguel Flaño puso en aprietos a Casillas con un remate de cabeza.
Sin embargo, en la jugada inmediatamente posterior, los pupilos de Pellegrini tuvieron su ocasión más clara. Higuaín aprovechó un resbalón del propio Flaño para plantarse solo delante de Ricardo, quien estuvo brillante y neutralizó el disparo del argentino.
El final del exigente partido resultó vibrante, con los dos equipos haciendo gala de una actitud ambiciosa.
Eso sí, el Madrid fue el que más amenazó al oponente, por ejemplo con dos remates peligrosos de Benzema, uno de ellos salvado de nuevo de forma espléndida por el arquero de los de Pamplona.
A la conclusión de la contienda, no hubo goles y sí tablas.
