Los demócratas, las víctimas del terrorismo y la sociedad en general se han despertado hoy pendientes de la Justicia, ya que algunos de los presos a los que afectará la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo sobre la doctrina Parot son históricos jefes etarras tanto del aparato político, como militar o logístico de la banda, que han mantenido un alto grado de influencia dentro y fuera de las prisiones a pesar de los años de reclusión. Dirigentes como Santi Potros, Txikierdi o Josu Amantes forman parte de este grupo.
Según fuentes del Ministerio del Interior, son 61 etarras los que irían quedando en libertad en los próximos meses en el caso de que el tribunal internacional derogase la normativa española. Posteriormente, el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz cuenta con otro grupo de otros 75 reclusos de la banda que abandonarían la cárcel en pocos años.
Por su parte, las listas con las que cuentan las plataformas de apoyo a los presos de ETA como Etxerat sitúan la cifra en 71 presos, de los cuales 52 ya estarían en libertad si no se les hubiese aplicado la doctrina 197/2006. Además, recuerdan que ya hay otros 22 internos en libertad que vieron retrasada su salida por esta norma.
En estos listados figuran pesos pesados de la banda con una intensa actividad criminal, como Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, alias Txikierdi. Con seis asesinatos y 374 años de condena, ejerció como portavoz del Colectivo de Presos, una función que abandonó en 2011. Santiago Arrospide Sarasola, alias Santi Potros es otro de este perfil de etarras. Condenado como inductor del atentado contra el Hipercor de Barcelona fue jefe del aparato militar de ETA. Iñaki Arakama Mendía, alias Makario, es otro histórico de ETA al que se le aplicó la doctrina Parot tras un pasado sangriento como militante de la banda. Otros nombres relevantes son el de Jesús María Mendinueta Flores, jefe del comando Vizcaya, o José Javier Zabaleta Elósegi, alias Baldo, números dos hasta su arresto en 1990.
Además de los ya citados hay más de 40 criminales que podrían salir de prisión que cuentan con numerosos delitos de sangre. En este grupo destacan Domingo Troitiño con 22 asesinatos en su curriculum y por los que ha cumplido 26 años de cárcel, apenas un año y un mes por cada asesinato.
Por su parte, el etarra Juan Carlos Arruti Azpitarte cuenta con 24 asesinatos por los que lleva 24 años en prisión. En su caso la media sale a un año exacto por cada vida. También hay seis miembros de los GRAPO, uno más de los GAL, otro independentista gallego así como 15 violadores y otros delincuentes peligrosos.
