El británico Lewis Hamilton (Mclaren-Mercedes), vigente campeón del Mundo y vencedor del Gran Premio de Mónaco el pasado año, parece haber resucitado en el Principado con su segundo puesto en la jornada de entrenamientos libres, mientras que el español Fernando Alonso (Renault) se mantuvo en su línea y se colocó entre los 12 mejores.
El asturiano, noveno en la primera sesión, fue undécimo en la vespertina, por detrás de su compañero de equipo, el brasileño Nelson Piquet, y eso indicó que había tenido más problemas de los habituales, sobre todo de tráfico en los últimos minutos de la jornada, y que le impidieron rebajar su mejor registro.
Cuando montó un segundo juego de neumáticos blandos para dar una última tanda de cinco vueltas, giro tras giro se fue encontrando en su camino monoplazas mucho más lentos que el suyo, y eso le impidió escalar posiciones en la clasificación, aunque difícilmente hubiera podido superar el séptimo tiempo.
El piloto ovetense es completamente consciente de las limitaciones de su R29, y de que un buen resultado sería acabar alrededor del quinto puesto. A la superioridad manifiesta de los Brawn GP, el brasileño Rubens Barrichello fue el más rápido por la mañana y los Red Bull, hay que sumar la competitividad que están mostrando Mclaren y Ferrari.
Alonso no cometió ningún fallo, es decir, no tocó ningún raíl de seguridad y tampoco fue a visitar la iglesia de Santa Devota, en la primera curva del circuito, donde terminaron otros rivales.
El Mclaren del británico, que utiliza el KERS, al igual que Ferrari, parece haber encontrado la competitividad que le ha faltado en las cuatro primeras carreras de la campaña, estuvo siempre entre los mas rápidos y se postula como un firme candidato para repetir victoria el domingo.
También Felipe Massa, segundo por la mañana y quinto en la tarde, está dispuesto a iniciar la recuperación de la casa italiana, si el equipo no comete más errores.
Mientras tanto, los Red Bull del alemán Sebastian Vettel y del australiano Mark Webber estrenan en este Gran Premio el doble difusor que les debería hacer ir mas rápidos, sin embargo, eso, al menos ayer, no se tradujo en la pista.
Teniendo en cuenta que Mónaco es uno de los circuitos menos exigentes del Mundial, la mayoría de los equipos han optado por traer motores en su último ciclo y eso propició que el propulsor de Vettel, en la primera sesión, y el del polaco Robert Kubica (BMW) terminaran envueltos en una nube de humo.
Hoy, la jornada será de descanso para los pilotos de la Fórmula Uno, mientras que sus jefes se reunirán para tratar la difícil situación en la que se encuentran las relaciones entre su asociación (FOTA) y la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Mañana sábado será cuando se dispute la última sesión de entrenamientos libres y la tanda de clasificación, decisiva para la carrera del domingo, para la cual, de momento se espera que la lluvia pueda hacer acto de presencia.
