La Junta de Castilla y León rebajó las pretensiones de la provincia de Segovia al aclarar que al menos por otra semana el territorio deberá permanecer en alerta 3, ya que al igual que durante la primera desescalada que se dio después de la primera ola, no se propondrá una nueva disminución de fase hasta que al menos haya transcurrido 14 días desde el anterior descenso.
De esta forma, la Junta acabó con las expectativas de Segovia, que al ver sus datos epidemiológicos aptos para avanzar de etapa de alerta, intuía este cambio de fase próximo.
El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, remarcó la necesidad de esperar estos 14 días para avanzar, ya que el Gobierno autonómico insiste en que se necesitan de al menos estas jornadas para evaluar si “la evolución continúa siendo buena” y poder estar seguros que la desescalada se está haciendo con plenas garantías.
Igea remarcó la necesidad de esperar 14 días para avanzar
Ante estas indicaciones, Segovia, a pesar de cumplir con todos los requerimientos para pasar a nivel de alerta 2 en estos momentos, no podrá avanzar de fase hasta mínimo el día 17 de diciembre. Cabe destacar, que para seguir con la desescalada, la provincia tendría que seguir rebajando sus datos epidemiológicos de la forma que lo lleva haciendo desde la segunda mitad de noviembre, ya que cualquier aumento de la incidencia o el empeoramiento de la presión asistencial tirarían por tierra esta pretensión de aminorar las restricciones existentes.
Hasta hoy, la única provincia de toda la Comunidad que había conseguido reducir su nivel de alerta a fase 3 era Segovia, a la que ahora se une Ávila, que con la mejora de su situación epidemiológica ha conseguido que la Junta acepte relajar las medidas. Todas las demás provincias se encuentran en nivel de alerta 4, situación de la que saldrá Salamanca el lunes si continúa la mejoría de sus datos.
Preguntados en rueda de prensa por si la relajación de las medidas en Segovia había provocado alguna variación significativa en los registros relacionados con la pandemia, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y el vicepresidente Igea no dudaron en asegurar que el nuevo escenario no había traído “ninguna alerta”, ya que los datos epidemiológicos no han revelado “una pérdida del ritmo de decrecimiento”.
La entrada en nivel de alerta 2 provocaría una nueva reducción de las medidas restrictivas en la provincia, que afectaría de manera muy significativa a los aforos permitidos. De esta forma, indicaría un riesgo ‘medio’, en vez de ‘alto’ que indica la fase 3, con “transmisión comunitaria sostenida generalizada con presión creciente sobre el sistema sanitario”.
Algunas de las medidas que posibilitaría esta nueva fase serían un aumento del aforo en el comercio minorista tanto en centros comerciales como fuera de ellos, que podría elevarse hasta el 50% de las posibilidades convencionales.
Los cambios supondrían consumo tanto en barra como en mesa
Cambios notables supondría para los locales de hostelería y restauración, ya que se permitiría el consumo tanto en barra como en mesa, respetando que no se supere el 50% del aforo en barra y el 75% del aforo en mesa en las salas de hasta 40 comensales y del 50% en las salas de más de 40 comensales (la máxima ocupación por mesa o agrupación de mesas será de 10 personas). En terrazas el aforo seguiría limitado al 75%, pero tras avanzar a la fase 2 se podrían juntar grupos de hasta 10 personas, por seis que en estos momentos establece el nivel de alerta 3. Además el horario de cierre podría alargase a la 1 de la mañana, mientras que ahora se establece a las 23 horas.
Se impondría un aforo máximo del 50% en establecimientos para velatorios y entierros, con un número máximo de integrantes de la comitiva de 50 personas entre familiares y allegados. También se elevaría en bodas y celebraciones, que tendrían ese mismo porcentaje para un máximo de 150 personas. Museos, archivos y monumentos también aumentarían su aforo al 50%, estableciéndose grupos máximos de diez.
Cierre perimetral
Por otro lado, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León acordó mantener el cierre perimetral de la Comunidad hasta el 10 de enero, al tiempo que ha aprobado levantar las restricciones adicionales en todas las provincias menos en Burgos capital.
Como destacó el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, la mejora de los datos de contagios en las últimas semanas posibilitan aliviar algo las medidas en todas las provincias salvo en Burgos capital, donde únicamente se permite la apertura de terrazas.
Al desescalar todas la provincias, desparece el cierre perimetral de las mismas y únicamente se mantendrá el de la Comunidad.
Igea detalló además que en el próximo Consejo de Gobierno se aprobarán las medidas excepcionales para la Navidad con el planteamiento inicial de permitir la movilidad para reunirse con familiares y allegados entre el 23 y el 26 de diciembre, el 30 de diciembre y el 2 de enero y el 5 y 6 de enero, fechas en las que se podrá entrar y salir de la Comunidad.
En cuanto al toque de queda, Castilla y León apuesta por mantenerlo a las 22.00 horas salvo el 24 y el 31 que se ampliaría hasta al 1.30. El 5 de enero se mantendría a las 22.00 salvo para los Reyes Magos y los pajes reales, detalló Igea.
Esta ampliación no implica la apertura de los locales de hostelería hasta esa hora, ya que se trata de facilitar reuniones familiares únicamente de hasta 10 personas de dos núcleos de convivientes distintos. Así, los bares y restaurantes deberán mantener su hora de cierre a las 22.00.
Pese a la relajación de las medidas en Navidad, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que compareció junto a Igea, aseguró que le preocupa la incidencia elevada, aunque con tendencia a la baja, de Medina del Campo (Valladolid), Miranda de Ebro (Burgos) y Palencia, donde ha pedido que, aunque se relajen las medidas, se “extremen” las precauciones.
Casado recordó a la ciudadanía que no se debe “bajar la guardia” y ha pedido “actuar con prudencia” durante las fiestas navideñas. “Aunque digamos que estamos de acuerdo en reunir a 10 personas de no más de dos unidades de convivencia, si en vez de 10 son seis mejor”, ha reclamado Casado, quien ha insistido en la ventilación, el lavado de manos y el uso de las mascarilla como medidas efectivas.
