Cuando se agotan los segundos en la pista segoviana, el Viveros Herol Nava está tan abatido que no tira siquiera a portería. El escenario es una pista de balonmano, pero podría ser el epicentro de un desastre nuclear. Goleado ante el colista, el segundo que gana a los naveros en siete días (ya lo hizo el Cisne); un parte de lesionados de entidad que añade a su líder espiritual, Yeray Lamariano; el factor público, desmontado en la primera derrota del curso en su feudo con espectadores, 268 almas silenciadas. Y la tabla no engaña: en puestos de descenso con nueve derrotas en los últimos diez partidos.
El primer cuarto de hora del encuentro sirvió el intercambio de cortesía entre tiradores. La voz cantante en el cuadro arandino la llevó Guilherme Leonel, que dio una lección de poderío y mantuvo a su equipo en el asalto con cinco goles en los primeros 11 minutos del partido. Hasta ese momento el marcador era: Nava 5- Leonel 5. A partir de entonces, el cuadro burgalés abrió gas y dejó a su rival plantado en un auténtico lodazal.
Al cuadro segoviano se le acumularon los problemas. Primero, los físicos; Yeray tuvo que dejar el encuentro en los primeros minutos por lo que parece una rotura fibrilar de entidad, pues necesitó de ayuda para dejar la pista tras terminar la primera parte. No pudo jugar Paco Bernabéu, lesionado el domingo; se resintió de sus molestias el otro extremo, Filip Vujovic, y Rosales se llevó un golpe en la rodilla.
Sangría en el pivote
Sirva lo anterior como contexto, no como excusa. El Villa de Aranda engrasó su circulación con sus primeros contragolpes. Dada la puesta en escena de Leonel, el Nava estaba exigido a neutralizar ese tiro exterior; por una razón o por otra, se descosió. Si Pozzer, el pivote de Puerto Sagunto, había causado estragos el domingo, Javi García, tan corpulento como hábil, se hinchó y anotó cinco goles en apenas cuarto de hora, con detalles de calidad como un globo que no dio opción a Patotski. La línea de seis metros navera era la piscina del reactor de Fukushima.
A ello se añade el buen rendimiento de la portería visitante. Luis de Vega, que rozó el 50% de paradas, servía de impulso emocional a sus compañeros: la felicidad estaba en las dos áreas. Por mérito suyo o demérito navero, los cuatro primeros lanzamientos de los extremos -dos de Óscar Marugán y dos de Nico D’Antino- fueron denegados; demasiadas balas perdidas para un equipo al que le cuesta horrores anotar.
La consecuencia fue un parcial de 7-0 de los visitantes tras otra sequía desértica de los naveros: más de 10 minutos sin anotar, desde el 13 al 24. Por medio, dos tiempos muertos del técnico del Nava, Diego Dorado. En el primero de ellos, pedía intensidad defensiva: “Es que no hemos hecho ninguna falta en el lanzamiento. ¡No pongáis los brazos, tocad!” En el segundo, se mostró furioso, incluso para la contención de su personalidad calmada: “¿Qué hemos dicho del pivote? No estamos en ninguna acción. ¡Haced faltas! ¡Debemos de llevar cero!”. Cuando se reanudó el juego, la herida requería cirugía; Villa de Aranda doblaba a sus pupilos en el marcador: 7-15. El daño ya estaba hecho.
Una remontada imposible
Con la cabeza en la picota y el verdugo blandiendo ya el hacha, reaccionó el Nava; Nico marcaba el primer gol desde el extremo, la defensa se parecía a su nombre, Patotski tocaba algún balón y Mota marcaba desde los siete metros el único penalti de una primera parte de guante blanco. Tras un parcial de 4-0, el técnico del Villa de Aranda, Alberto Suárez, paró el partido y exigió solvencia a sus pupilos: “Sabed romper un partido. Sabed dormirlo”. Y para marcar el listón de intensidad, le dijo a Nico López: “¿Quieres jugar el partido de hoy o no te apetece?” Al Nava se le echó encima el tiempo y el último ataque del primer acto acabó con un tiro de Simenas con barrera. Sin suerte. Al descanso, 11-16.
No hubo opción de remontada. El espíritu de Puerto Sagunto y los seis goles volteados se quedaron como la excepción a la norma: el Nava cava hoyos demasiado profundos en la primera parte. Pérez Arce recortó el déficit a cuatro goles y Simenas, a tres. Nada, un espejismo. El Villa de Aranda, que seguía produciendo en ataque gracias a los contragolpes de Víctor Megías y al incordio de Javi García en seis metros, acabó con cualquier ilusión con un parcial de 3-0.
Diego Dorado gastó su último tiempo muerto con el equipo siete abajo (16-23) y sin mucho que añadir. El mensaje era claro: intensidad defensiva. Y la furia se convirtió ya en súplica: “¡Por Dios, haced falta!” El aroma a sentencia lo puso un gol de Luis de Vega a puerta vacía, segundos después de parar un tiro de Darío Ajo en seis metros. Justo premio a su partido. Bajó los brazos el Nava, que vio crecer el déficit a una diferencia sonrojante que, además, supone un average irrecuperable con un rival directo en caso de empate a puntos. El Villa de Aranda no apartó el pie del acelerados y cerró la cuenta con una preciosa colgada culminada por Juande Linares.
El derbi solo tuvo a un equipo en el timón. Era el primero que disputaban ambos equipos en la máxima categoría del balonmano nacional. Y fue una masacre entre vecinos. El Nava, que tantos días felices acumula en los últimos tiempos, vivió ayer uno de los más tristes. El margen se agota. Y el abismo no perdona.
Declaraciones
Diego Dorado, entrenador del BM Nava: «Hemos hecho el peor partido de toda la temporada. Defensivamente no hemos estado nunca, desde el minuto cero. Empezaron metiéndonos goles desde ocho y nueve metros y desde ahí no hemos podido»
Alberto Suárez, entrenador del Villa de Aranda: «Llevábamos tiempo esperando hacer un partido redondo. Ya habíamos jugado muy bien los anteriores, perdiendo siempre de muy poquito. Esta vez logramos aguantar; el equipo jugó mucho más tiempo»
Ficha
21-30
Exclusiones: Álvaro Rodríguez y Filipe Mota por el BM Nava y Nico López, Zeljko Sukic y Miguel Llorens por el Villa de Aranda.
BALONMANO NAVA:
Filip Vujovic
Alvaro Rodrigues
Darío Ajo
Nicolo D’Antino (3)
Andrés Moyano (3)
Carlos Villagrán (1)
Rodrigo Pérez Arce (1)
Filipe Mota (5)
Andrés Alonso (1)
Oscar Marugán (2)
Jorge Da Silva (1)
Yeray Lamariano
Dzmitry Patotski
Pablo Herranz
Lukas Simenas (4)
VILLA DE ARANDA:
Luis de Vega (1)
Julián Souto (4)
Guiherme Leonel (5)
Santiago Baronetto
Brian Lindsay (2)
Nico López
Zeljko Sukic
Juande Linares (3)
Víctor Megías (2)
Miguel Llorens (1)
Javi García (7)
Gonçalo Cunha (2)
Mattheus Novais (3)
Julen Elustondo
Ricardo Castro
Jornada 10
Cangas – Cantabria Sinfín: 23-26
Puerto Sagunto – Ademar León: 27-29
Anaitasuna – BM Granollers: 38-31
BM. Logroño – Puente Genil: 27-23
Guadalajara – Cisne: 37-21
BARÇA – Benidorm: 43-29
Atlético Valladolid – Bidasoa: 32-34
BM Nava – Villa d Aranda: 21-30
Huesca- Cuenca: 32-20
