Llega diciembre, se acerca la Navidad y ya se pueden contemplar los belenes que se reparten por toda la ciudad. Uno de los más espectaculares se encuentra en el claustro del Seminario Diocesano de Segovia, que este año representa Tierra Santa. El promotor y coordinador del belén del Seminario es el formador Francisco Jimeno, que mientras el año pasado planteó un nacimiento costumbrista, en este ha ideado uno hebreo, inspirándose en la Biblia, con muchas escenas de los Sagrados Textos. La geografía del belén es el desierto de Judea, del que como dice la Biblia “mana leche y miel”. “Es un vergel”, afirma el coordinador. Las ciudades de Jerusalén y Belén también son protagonistas del belén. La primera, a base de poliespán que imita la piedra, mientras que Belén, más pueblo, también con poliespán, imita las casas de adobe de la época.
Francisco Jimeno explica que comenzaron a hacer las edificaciones y elementos del belén en el mes de marzo, terminando en agosto, en pleno confinamiento. Se ha instalado en el claustro del Seminario, junto a otro belén más tradicional, con un tamaño cada uno de cuarenta metros cuadrados. Se inauguró hace unos días, con la asistencia y bendición del obispo de Segovia César Franco, y por el momento ya han pasado unas 350 personas para reconocer la habilidad que requiere la realización de este tipo de obras.
El coordinador señala que este año los colegios segovianos no podrán venir a ver el belén, como el año pasado, pero sí lo pueden hacer individualmente, como el resto de segovianos, todos los días, ya que está abierto de 17,30 a 20,30 horas. Francisco Jimeno anima a las personas más mayores que se acerquen al Seminario a primera hora de la tarde, ya que la afluencia de personas es menor, y así se evitan riesgos, dada la situación sanitaria actual.
El belén del Seminario podrá visitarse hasta el 10 de enero próximo, así que los segovianos pueden incluirlo en la ‘ruta de belenes’ de la ciudad.
