El Real Madrid aprovechó ayer el empate del Barcelona en Almería para arrebatarle el liderato de la Liga, después de un gran partido ante el Sevilla, en el que levantó dos goles de desventaja liderado por Guti. Van der Vaart puso la diana definitiva en el descuento.
Los ‘merengues’ vencieron en uno de esos encuentros con sabor a título. Un choque para el recuerdo que marcará su caminar en una temporada en la que sueñan con llevarse la Liga y la ‘Champions’.
Cabía pronosticar una batalla táctica entre Manuel Pellegrini y Manolo Jiménez. El preparador visitante sorprendió recurriendo a Fazio como destructor en el centro del campo. Diego Perotti tuvo libertad de movimientos entre líneas, y Navas y Capel actuaron como puñales en las bandas.
La contienda se inició a un ritmo alto, del que no tardó en beneficiarse el conjunto andaluz. Navas superó a Arbeloa y la jugada acabó en el otro costado, donde Capel lanzó un centro que terminó en la red. Xabi Alonso llegó demasiado forzado al despeje y marcó en su portería.
El criterio lo ponían los hispalenses, frente a un rival acelerado. Conocedor del ‘pinchazo’ azulgrana, el combinado anfitrión quería hacer las cosas correctamente, pero le podía la ansiedad.
Se lesionó Konko y entró Adriano, justo cuando Jiménez comenzó a intuir la avalancha blanca. Xabi Alonso inició un festival de ocasiones en el minuto 22.
Hasta el descanso, el Real Madrid generó muchísimas oportunidades, pero se mostró alejado de la efectividad exhibida en sus choques precedente.
Así, Kaká remató fuera con la cabeza un pase de Cristiano Ronaldo, y Palop neutralizó dos lanzamientos de Marcelo, un chut potente pero centrado de Higuaín y dos disparos del propio luso.
La afición del Santiago Bernabéu empujó siempre, consciente de la importancia de la noche. El Sevilla, pese a continuar con ventaja, pedía el descanso a gritos.
El segundo acto nació con un guión parecido, pero un fallo grave, compartido entre Íker Casillas y Xabi Alonso, dejó a los locales contra las cuerdas. Una falta lejana, sin aparente peligro, la colgó Dragutinovic a una zona sin ningún compañero. El vasco decidió dejar pasar la bola, y el guardameta reaccionó tarde. El esférico entró en el arco ‘merengue’.
Ante la complicada coyuntura, Pellegrini recurrió a Guti. El ‘14’ no le decepcionó. Tan irregular como brillante, su salida, unida a la de Rafael van der Vaart, fue básica.
Palop siguió con su recital y no cedió ante Kaká, silbado por el público durante algunos instantes. En cualquier caso, el muro del portero del Sevilla finalmente cayó.
Remontada
Poco después, Higuaín se rehizo de un error, luchó por un balón perdido y lo recuperó. Esta acción desató un ataque con centro de Marcelo. La pelota quedó muerta y Cristiano Ronaldo firmó el 1-2.
La fe del Real Madrid volvió a encontrar un premio gracias a Sergio Ramos. El andaluz, muy motivado, igualó el marcador con un testarazo a la salida de un córner.
Higuaín persiguió con ansia su momento de gloria, pero un derechazo suyo lo repelió la madera, y en otra jugada individual, su tiro rozó la escuadra.
El tiempo se agotaba y los centros desde los costados no cesaban. Cristiano Ronaldo los buscaba todos, sin éxito. Los de Concha Espina, a pesar de que no quedaba demasiado, no tiraron la toalla.
Cuando los críticos ya empezaban a señalar que el Madrid no responde en los encuentros más importantes, una asistencia de Ramos la remató Higuaín. Palop sacó como pudo el balón, pero Van der Vaart lo empujó a la red para lograr el 3-2. La grada se llenó de alegría y los locales se colocaron en la cabeza de la tabla.
