Las cifras de contagiados por coronavirus remitieron a medida que avanzó noviembre, lo que posibilitó a este mes terminar con menos contagiados que octubre, que se queda por el momento con la cifra más alta de positivos de la segunda ola. De esta forma, noviembre acabó con 1.124 contagiados, 313 menos de los que registró octubre, que acumuló 1.437 infectados por Covid-19. De esta forma, el presente mes redujo la cifra del anterior en un 22%.
La evolución de los contagios ha registrado una tendencia a la baja a medida que avanzaba el mes, hasta el punto que la primera quincena acumula de media el doble de positivos diarios de los que se anota los segundos quince días de noviembre. El mes registró una media de contagiados diarios de 37,46, pero al dividirse por quincenas la primera se anota una media de 50,27 y la segunda de 24,67. Esta situación también se manifiesta si el mes se divide por semanas.
La primera semana (del 2 al 8), Segovia contabilizó 394 positivos, el segundo peor parcial de la segunda ola, momento en el cual los datos empezaron a descender. Durante la segunda (del 9 al 15) los positivos se redujeron a 319, una cifra alta todavía pero que indicaba el esperado cambio de tendencia, una evolución que confirmó el tercer parcial (del 16 al 22) que contabilizó 193 infectados y que ha venido a acentuar los números arrojados por la cuarta (del 23 al 29) que manifestó 160 contagiados.
Si se mantiene la evolución en parábola invertida que de momento ha seguido la evolución de la incidencia en Segovia, las cifras de diciembre tendrían que persistir en la caída de los contagiados y anotar números similares a los que se dieron en agosto, que acumuló 582 infectados. Peores noticias se dieron en relación con los fallecimientos relacionados con la pandemia, donde noviembre superó las estadísticas de octubre y se convirtió en el mes con más defunciones por Covid-19 de la segunda ola.
No es de extrañar, ya que los periodos que marca la enfermedad provoca que el aumento de los contagiados de octubre haya dejado decesos en noviembre. Sin embargo, el hecho diferencial ha sido la entrada del virus en nuevas residencias de mayores, ya que la cifra de defunciones relacionadas con el virus se nutre en buena parte de las muertes que deja en estos centros de ancianos.
De esta forma, de los 18 fallecimientos por Covid-19 contabilizados en la provincia durante noviembre, al menos 11 se han dado entre usuarios de las residencias de mayores, el 61% del total. Aclarar que este ‘al menos’ último es necesario debido a que el último fallecido registrado, notificado durante el 30 de noviembre, todavía puede tratarse de una persona que vivía en estos espacios, ya que la Consejería de Familia remite los datos de fallecidos en residencias un día más tarde de lo que lo hace la Consejería de Sanidad, que es la que ayer anunció la nueva muerte.
Noviembre fue un mes extraño en cuanto a la disposición de los fallecimientos por Covid-19, ya que inició el mes acumulando muchas defunciones que remitieron en su mitad. Esta tregua, que se alargó durante siete jornadas, fue preludio de una nueva serie de muertes que se acumularon en el final del parcial.
Castilla y León
A nivel regional, noviembre concluyó con un balance mensual de 1.016 fallecidos notificados con Covid-19 en Castilla y León, de los cuales 456 corresponden a usuarios de alguna de las residencias de mayores o personas con discapacidad, con lo que se sitúa como el segundo mes más trágico en este registro, por detrás de abril, cuando solo en los hospitales fallecieron 1.185 personas.
La nota predominante de estos meses de pandemia, en los que la mortalidad en la Comunidad ha aumentado notablemente, es que las consecuencias del virus se han cebado con los centros residenciales. De hecho, a fecha de 30 de noviembre, casi una de cada dos personas fallecidas con Covid-19 diagnosticado eran internos de alguno de estos centros.
