La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó ayer que “nunca sería obstáculo para ninguna negociación” entre PP, PSOE y Ciudadanos con el fin de que un concejal electo de estas formaciones llegue a ser alcalde de la capital, aunque eso no significaría que ella no vaya a tomar su acta de edil.
“Si el problema soy yo, desde luego no hay problema”, remarcó. Lo que aclaró es que su objetivo pasa por “frenar a Podemos”, lo que no se conseguiría si no recogiera su acta de concejal el 13 de junio, en la sesión de investidura, como aclaró en una multitudinaria rueda de prensa tras reunirse con los 21 ediles de la lista del PP elegidos el pasado domingo.
“Invito a socialistas y a Ciudadanos a entablar un diálogo para analizar en común la situación actual. No me gustaría que por el deseo de alcanzar el poder de manera inmediata se dieran pasos irresponsables”, llegó a afirmar.
Al socialista Antonio Miguel Carmona, con quien se reunió ayer, le manifestó que entre los 37 concejales de PP, PSOE y Ciudadanos debería estar el próximo alcalde de Madrid. Aguirre sacó pecho asimismo por el “millón de madrileños que han votado a las distintas opciones que se han presentado desde el espectro del centro”, afirmó.
A socialistas y Ciudadanos les pidió “reflexión” ante la posibilidad de que Podemos utilizara el Ayuntamiento como “trampolín” para convertirse en la primera fuerza política nacional. “Es la hora de la reflexión, de la seriedad, del sentido de la responsabilidad y de la generosidad”, defendió tras volver a apoyar un sistema de segunda vuelta, como en Francia.
Esto le llevó a afirmar que el centro izquierda, representado por el PSOE, es “uno de los partidos clave en la construcción de la España constitucional”. Tampoco se olvidó de Ciudadanos, con cuya cabeza de lista, Begoña Villacís, se reunirá durante el día de hoy. A C’s les definió como la “opción ascendente” en “el centro centro”, quienes “han irrumpido con fuerza avalados por el trabajo en el Parlamento catalán”.
