Mientras el presidente de EEUU, Barack Obama, continúe sin querer mostrar las fotografías del cadáver de Osama bin Laden («no es un trofeo», aseguró ayer para justificar su negativa a la publicación de imágenes), las especulaciones sobre cómo fue el fin del líder de Al Qaeda no hacen más que crecer. Si bien desde la Casa Blanca apuntan a que el saudita plantó resistencia ante la ofensiva y, por eso, tuvieron que dispararle, una hija del terrorista aseguró que su padre fue capturado vivo antes de ser asesinado por soldados estadounidenses.
Según una fuente de la inteligencia paquistaní, identificada como un alto responsable de seguridad, los militares retuvieron a Bin Laden durante los primeros minutos del asalto militar contra la vivienda en la que se refugiaba, en Abottabad, antes de dispararle.
El informante explicó que después de que las tropas norteamericanas abandonaran la residencia, las fuerzas de seguridad paquistaníes recuperaron sobre el terreno cuatro cadáveres con impactos de bala y arrestaron a dos mujeres y a seis niños de entre dos y 12 años.
Entre los menores se hallaba una hija de Bin Laden, de 12 años, que aseguró que los militares dispararon a su padre frente a los miembros de su familia.
También ayer se pudo conocer que el líder de Al Qaeda podría tener pensado huir de su residencia, tal y como lo demuestra que tuviera cosidos y escondidos en su ropa 500 euros y dos números de teléfono.
«fue un éxito». Además de nuevos datos, también se suceden más apoyos para Washington por su operativo. Así, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, consideró «justificada» la operación que acabó con la vida de Bin Laden en Pakistán y urgió a reforzar la cooperación con este país para luchar contra los radicales.
Según Rasmussen, con la eliminación del enemigo público número uno, «Estados Unidos logró un éxito significativo para la seguridad de todos los aliados y de las naciones que se han unido a nuestros esfuerzos para combatir el terrorismo global».
El dirigente no quiso opinar sobre la legalidad o ilegalidad de la acción ordenada por Washington y felicitó al presidente estadounidense, Barack Obama, por el «éxito» de la misma. «Creo que hablo en nombre de una gran mayoría de la gente de todo el mundo cuando expreso satisfacción», señaló el político danés, que celebró que finalmente se haya hecho «justicia» tras las miles de muertes provocadas por Bin Laden.
Rasmussen confió además en que la muerte del líder de Al Qaeda «permita minar a una de las redes terroristas más importantes del mundo».
Mientras, la organización radical podría estar planteando la sucesión del que fuera su jefe. Fuentes talibanes aseguran que el relevo del saudita será el egipcio Ayman al Zawahiri, el hasta ahora número dos del fallecido y mucho más sanguinario que su predecesor.
