El atleta olímpico y paralímpico Oscar Pistorius, acusado de asesinato por la muerte a tiros de su novia, la modelo Reeva Steenkamp, intentó reanimarla, según publicó ayer el rotativo sudafricano Beeld.
Así, se relata que Pistorius llevó el cuerpo de la mujer moribunda escaleras abajo desde el cuarto de baño, donde presuntamente la disparó, y, posteriormente, le hizo el boca a boca en un intento desesperado para devolverle la vida.
La maniquí Steenkamp, que tenía 29 años, aún respiraba cuando los guardias de seguridad y los vecinos llegaron a la casa del deportista, en las primeras horas del Día de San Valentín, pero fue declarada muerta por los médicos que accedieron poco después.
Según dichas fuentes, los agentes escucharon los disparos y corrieron al domicilio de la pareja, donde vieron al medallista bajar rápidamente por las escaleras con la modelo en sus brazos.
El atleta, de 26 años, fue acusado formalmente de «asesinato con premeditación», y permanecerá encarcelado hasta el martes, cuando el juez Desmond Nair retome la vista, en la que decidirá sobre la libertad de Pistorius.
Según indicó un familiar del presunto asesino, el arrestado está abatido por el impacto y la desazón. «Como pueden imaginar, todo nuestro entorno está devastado, nos sentimos completamente en estado de shock», añadió.
Tras pasar su primera noche en prisión, la gran estrella del deporte compareció ante un juez instructor de Pretoria. Vestido con traje negro y camisa azul, el atleta se mostró hundido, tapándose la cara y sin levantar la vista del suelo. Seguidamente, rompió a llorar ante el fiscal Gerrie Nel durante la lectura de los cargos por el asesinato de su pareja. El abogado defensor aseguró, por su parte, que su cliente está «totalmente traumatizado».
Los medios nacionales y extranjeros siguen todavía haciéndose eco del suceso que ha conmocionado a todo el planeta. Según comentó el periodista Héctor Rodríguez en Onda Cero, en una entrevista que le hizo al astro, le vio «egocéntrico y maleducado».
