Proclama nuestra Constitución su intención de garantizar la convivencia democrática en un orden económico y social justo, asegurar el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular, proteger a “todos” los españoles y “miembras” y pueblos de España, sus culturas, tradiciones, lenguas e instituciones, y fortalecer las relaciones pacíficas y la cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
El art.3 dice: ”El castellano es la lengua oficial del Estado. “Todos” los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a hablarla. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos”.
Propone el partido independentista ERC de la “nació” catalana, partido que, por antiespañol, debería ser ilegalizado, por medio de su portavoz, Sr. Rufián, político de escaso bagaje profesional, metido en política, por lo que, “de la España que les roba”, percibe mensualmente 6.060 euros”, que en las escuelas catalanas deje el castellano, el idioma español, de ser idioma oficial del Estado y vehicular.
Es un paso más en el obsesivo independentismo de estos partidos que prohíben el acceso a nuestro Rey, queman banderas españolas, tienen su policía autonómica, declaran non grata a la Guardia Civil, rechazan al Ejército español, silencian la Historia de España en textos escolares…, y ahora defenestran el idioma español, la lengua que hablan 600 millones de ciudadanos, 7% de la población mundial, en el que se han escrito las más valiosas páginas de la literatura universal, El Quijote, Fuenteovejuna, el Tenorio, El Lazarillo de Tormes, El Poema del Cid, Libro de Buen Amor, Nada, El Camino…, con firmas del prestigio mundial de Cervantes, San Juan de la Cruz, Quevedo, Zorrilla, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Becker, Juan Ramón Jiménez, Gabriela Mistral, Neruda, Delibes…
Socialistas y podemitas, a cambio de apoyo en los Presupuestos, avalan este nuevo paso del separatismo catalán, que es fácil prever que lo seguirán, con igual derecho y razón, otras autonomías, comenzando por las que ya tienen bilingüismo como el vasco o euskera, el gallego o, desde 2.006, el ilerdense Valle de Arán; y, abierta la lata de derechos idiomáticos, podrían seguir los dialectos murciano, canario, andaluz, bable, montañés, extremeño…, vamos que veo a los maestros segovianos impartiendo mates, sociales o naturaleza en gacería…, que al fin y al cabo también es español y tiene un larga tradición y muy simpática historia, o a los profes canarios chiflando el currículo académico según partitura del silbo gomero.
Pienso con miedo y pena en nuestros hijos, los que la ministra socialista dice que “no son de los padres”, que van a recibir una desnortada educación ideologizada con el revanchismo y con un “progresismo” basado en cierre de los Centros de Educación Especial, que tan buen resultado están dando (hablo como Profesor Especializado en Pedagogía Terapéutica), trabas a los centros concertados, guerra a la religión, y mentalización con esa nueva Formación del Espíritu Nacional de “su” franquismo, “su” Guerra Civil y “su” República”, y dando las asignaturas en idioma distinto al español.
Nos estamos acostumbrando a que cada jornada, a cambio de votos que permitan la permanencia de D. Pedro en Moncloa se nos modifique la ley a medida de este señor que adopta la propuesta del cómico Groucho Marx “éstos son mis principios, si no le gustan tengo otros”, nombrando Fiscal General del Estado a la que fue ministra socialista, pretendiendo reducir los exigidos tres quintos a sólo mayoría absoluta para modificar el acceso al CGPJ, reduciendo plazos de presentación de enmiendas, imponiendo estados de alarma de larga duración, nombrando cargos nuevos a dedo, inventándose un carguito para un amigo de infancia, o haciendo “una excepción” para que su mujer, sin condición alguna para ello, imparta en la Universidad Complutense cursos de máster, rechazando Moncloa decir con qué sueldecito será remunerada, llegando en esta carrera de legislar a medida a querer sancionar con multas de 200 a 2.500 euros a quienes critiquen la actuación del Gobierno…, pero no podemos asumir que por afán presidencialista se nos vaya rompiendo España, que ya está suficientemente maltrecha con la peor llevada pandemia de Europa, la peor situación económica, necesitada de la ayuda de la UE, con dramática cifra de parados, cierres de industrias y comercio, y estiramiento de colas de nuevos pobres a las puertas de Cáritas.
PP y Cs llevan al Constitucional este ataque al castellano pensando que detrás del pacto por la Ley Celaá anda el acuerdo Gobierno-ERC para los Presupuestos, que da primacía al catalán sobre el castellano, idioma oficial de España, sin tener en cuenta que todos los catalanes son españoles, pero no viceversa, y que en Cataluña estudian numerosos españoles del resto de autonomías.
Nunca es momento oportuno para dividir a los españoles, pero es inhumano hacerlo cuando el país entero llora la pérdida de 60.000 ciudadanos, muchos mayores que murieron sin el consuelo del último adiós. Es tiempo de poner esfuerzo y preocupación en detener al criminal virus, aliviar el profundo bache económico y consensuar los Presupuestos que nos permitan levantarnos cada mañana con la ilusión de seguir “vivos”.
Que cese España de caerse a trozos… y que no sepan o recuerden derechos de pernada.
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(*) Profesor de Lengua y Literatura Española, jubilado, en la ESO.
