Los datos sobre la operación que acabó con la vida de Osama bin Laden continúan siendo confusos, al igual que la información sobre cómo fue enterrado, al ser tirado al mar por las fuerzas de EEUU. Este último hecho, inexplicable por buena parte de la población mundial, fue ayer calificado de «humillante» por parte de los hijos del ex líder de Al Qaeda, que, además, amenazaron con demandar al presidente estadounidense, Barak Obama, por ser el «responsable» de la muerte de su padre.
Así, Omar bin Osama bin Laden señaló en un comunicado, en el que hablaba en nombre de sus numerosos hermanos, que «consideramos a Obama la persona legalmente responsable para elucidar la suerte de nuestro padre».
En cuanto a la forma de deshacerse del cadáver, el portavoz de la familia remarcó que «es humana y religiosamente inaceptable disponer de una persona de ese nivel y de esa importancia para los suyos, lanzando su cuerpo al mar de una manera humillante para sus seres cercanos y sus adeptos», al tiempo que agregó que ese hecho «perjudica los sentimientos de centenares de millones de musulmanes».
Por todo ello, sentenció que «como hijos de Osama bin Laden, nos reservamos el derecho» de demandar a los responsables de «ese crimen ante la Justicia estadounidense e internacional para preguntar sobre la suerte de nuestro padre desaparecido».
Mientras, otros familiares del terrorista están en el ojo del huracán. Se trata de las esposas del saudita que vivían junto al fallecido en el complejo de Abbottabad. Todas ellas fueron detenidas por las autoridades paquistaníes tras el operativo de EEUU y ahora Washington tiene la intención de interrogarlas, según desvelaron ayer fuentes de la Casa Blanca.
Desde Islamabad se han mostrado dispuestos, en su afán por colaborar con el Ejecutivo de Obama, a permitir a los investigadores el acceso a las mujeres, si bien desde el Gobierno del país asiático confirmaron que aún no han recibido ninguna notificación al respecto.
Paralelamente a las pesquisas de Estados Unidos, la organización terrorista que dirigía el ahora fallecido aportó más confusión a todo lo que rodea esta muerte, al asegurar en una página web que la grabación en la que se observa a un envejecido Bin Laden contemplando imágenes suyas en una televisión con el mando en la mano (publicada el pasado fin de semana por Washington) «es falsa».
«La Casa Blanca miente», inciden en el portal de internet Shoumoukh al Islam, e insisten en las diferencias físicas entre la persona que aparece en los vídeos y el «auténtico» terrorista: «las orejas, los ojos y el color de la barba» son completamente distintas a las facciones del ex líder de Al Qaeda.
Nueva ofensiva aérea
Por otro lado, en lo que parece un nuevo caso de ostentación, Estados Unidos hizo otra vez caso omiso a las advertencias de Pakistán de que respete su soberanía y lanzó ayer el segundo ataque con aviones espía en las zonas tribales de dicha nación desde la muerte de Osama Bin Laden en este país.
Ambos ataques se han registrado cada vez que Islamabad ha levantado la voz contra el asalto del comando norteamericano que mató hace 10 días al ex líder de Al Qaeda, que según Barack Obama, contaba con un «sistema de apoyo» en el Estado asiático.
Así, cinco personas perdieron la vida y siete resultaron heridas en el bombardeo de uno de esos aviones en Waziristán del Sur.
Los misiles impactaron contra un edificio y un vehículo, que fueron destruidos en la zona de Angoor Adda, muy cerca de la frontera con Afganistán.
