La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha advertido de que si no se frenan los contagios puede ser un mes de noviembre “terrible” y para ello ha reclamado de nuevo herramientas que permitieran establecer confinamientos programados “si fuera necesario”, algo que no quiere decir que se vaya a hacer si se consigue ralentizar la transmisión de la Covid-19.
Casado se ha expresado así en el marco de su comparecencia en las Cortes de Castilla y León, donde ha señalado que el objetivo principal en la actualidad es disminuir la incidencia de casos nuevos de la enfermedad, contener los contagios y la prevalencia, de manera que se podrá rebajar la letalidad, la mortalidad y las consecuencias de la misma.
La consejera de Sanidad considera “evidente” que la pandemia tiene un impacto sobre el sistema sanitario, lo que se trata de mitigar, pero también sobre lo psicosocial y económico, por ello hay que valorar las medidas que se toman y ver que el “balance riesgo-beneficio” permita avanzar y mitigar el impacto de la pandemia.
Por ello, ha agregado, siguen “dando pasos” como las medidas de cierre de hostelería, grandes superficies y otros establecimientos que se ha aprobado hoy y el respaldo a estas decisiones con la declaración institucional con el comité de expertos con el que se toman.
“Lo que evidente es que probablemente tengamos que seguir tomando decisiones”, ha insistido la consejera, quien ha aclarado que no se quiere el confinamiento de marzo “de ninguna de las maneras” y se va a intentar mantener la actividad laboral y educativa, como en otros países.
Por ello, ha recordado que el anterior Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ya pidió herramientas jurídicas para hacer confinamientos programados “si fuera necesario”.
Una ola «diferente»
Verónica Casado ha explicado que mientras el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) pone el punto de corte para la toma de determinadas medidas o para considerar grave la situación los 240 casos por cada 100.000 habitantes, en España a día de hoy la tasa sube “de manera escandalosa” y llega a los 521,07 de media, con Castilla y León muy por encima con 828 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, quinta en incidencia acumulada y tendencia general al crecimiento y un riesgo “muy alto o extremo”.
Además, Castilla y León es la tercera tras Navarra y La Rioja en hospitalizaciones y también se sitúa en este puesto en cuanto a fallecimientos, mientras que en número de ingresos en UCI está la séptima. Casado ha aclarado que está “muy superado” el punto de corte de 500 casos por cada 100.000 habitantes en todas las provincias menos en Soria, que lo está haciendo, y Segovia, pero algunas están “bastante por encima” como Burgos (1.381).
