Andará con un leve despiste quien perciba brotes verdes tras los últimos datos de crecimiento de la economía española. Semejante despiste, salvo que sea ganado por el conformismo, le sobrevendrá a quien entienda que en el ya proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado los asuntos de Segovia tienen visos de dejar de lucir el sambenito de proyecto y de pendiente. Algo tiene esta provincia cuando no se pasa de proyecto lo que hace tiempo debería ser una realidad: El Parral –aquí la culpa la tiene un recurso: por lo menos el crédito consignado no olvida la obra-, el Teatro Cervantes –no valoramos la inversión simplemente constatamos el retraso que sufre-, el Hospital, la unidad de radioterapia, la Escuela de Enfermería… No todos beben de los PGE. Estoy impaciente por analizar el proyecto de Presupuestos de la Junta. Visto lo visto, lo único que parece que está definitivamente encaminado es el Palacio de Justicia. José Luis Concepción podrá dejar de elevar su voz contra la situación de los juzgados de Segovia, que no sobre la dotación de personal, que sigue siendo escasa. Tan relevante como esto, pero desde la cara contraria, es el minúsculo crédito de la variante de San Rafael: apenas se destinan 100.000 euros para licitar el estudio: otro proyecto y pendiente. Se puede poner el acento en el carácter social de estos Presupuestos; se puede decir que hay créditos que no están individualizados por provincias. Todas las argucias dialécticas que se quieran. El caso es que muchos de los proyectos seguirán siendo proyecto y pendiente, la pesadilla de esta provincia desde hace décadas. Y no es cuestión de partidos políticos, sino de opciones y de compromisos con otros lares.
En cuanto a los brotes verdes económicos también tienen su aquel. La economía española ha crecido un 16,7% en el tercer trimestre del año, pero solo se ha recuperado el 59% de lo perdido, y aún cae el 8,7% en tasa anual respecto al tercer trimestre del 2019. Es cierto que ha sido después de un verano casi sin turistas, y que ha crecido más que la media de economía de la zona euro, pero también es verdad que esa caída del 8,7% es el doble que la de la misma zona. Otra vez el sector agroalimentario ha salvado los muebles. Pero el futuro amenaza.
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