Ya nadie contempla ninguna duda sobre que el incremento en el número de contagios que Segovia lleva registrando desde el mes de agosto se trata de una segunda ola de coronavirus. En esta ocasión, no se ha detectado el rápido avance de infectados que sí se obtuvo en la primera ola de marzo y abril y que hizo colapsar al sistema sanitario, sino un ritmo mucho más sostenido que, a tenor de los datos, todavía no ha manifestado su pico máximo.
De esta forma, la cifra de enfermos activos (*), una de las más fiables a la hora de observar los parámetros sobre la evolución de la pandemia dado que recoge todas y cada una de los posibles patologías compatibles con la enfermedad, manifiesta un sostenido avance en el número de casos. Sin embargo, la curva no es tan pronunciada como la que se registró durante la primera ola.
Segovia contabiliza un total de 1.491 casos activos en la actualidad, 1.000 más que los registrados hace apenas 70 días. El inicio del actual repunte se situó a principios de agosto, mes que en su primer día contaba con tan solo 435 infectados activos, según detalla Atención Primaria.
Rápidamente, crecieron las cifras de contagiados y el 1 de septiembre Segovia ya contabilizaba 1.084, momento en el que se suavizo la curva pero no se revertió la tendencia, lo que dio lugar a que el 1 de octubre se registraran 1.406 casos. Ayer ya sumaban 1.491.
Aunque parezca que la curva tiende a estabilizarse, los malos datos de territorios con los que Segovia guarda una gran vinculación, en especial Madrid y Valladolid, hace muy posible que repercuta en un aumento de la incidencia en la provincia.
Los datos están lejos de los registrado durante la primera ola, cuando se llegaron a contabilizar más de 4.500 casos activos en Segovia a finales de abril. Las medidas de protección, de distanciamiento y el control de los brotes se han manifestado como herramientas útiles para controlar los números, pero no redujo a cero los contagios.
Todas las zonas de salud se han visto salpicadas por este repunte, con especial incidencia en Cantalejo (que llegó a tener dos localidades en aislamiento, el municipio homónimo y Carrascal del Río), Nava de la Asunción (área que contabilizó el mayor brote registrado en la provincia con casi 100 casos relacionados) y Riaza (una zona que fue la menos afectada durante la primera ola y que en la actualidad cuenta con un gran foco activo).
En estos momentos, las tres zonas básicas de Segovia registran 428 enfermos activos (Atención Primaria contabiliza 5.031 infectados por coronavirus desde el inicio de la pandemia), seguida de las áreas de salud de Segovia Rural 231 (1.853), Cuéllar 160 (881), Riaza 155 (350), San Ildefonso 143 (786), Carbonero el Mayor 109 (923), Cantalejo 81 (661), El Espinar 53 (344), Nava de la Asunción 39 (749), Sepúlveda 33 (270), Villacastín 26 (295), Fuentesaúco 14 (83), Navafría 11 (278) y Sacramenia 8 (99).
Ninguna de las zonas de salud se ha librado de los rebrotes aunque al contrario de la primera ola que atacó más al sur de la provincia, esta segunda ha tenido más presencia en la zona norte.
(*) Palabra clave: ¿Qué es el enfermo activo?
El concepto de enfermo activo engloba a los pacientes con todos los diagnósticos compatibles con coronavirus (neumonía por Covid-19 y enfermedad por Covid-19) que siguen manifestando síntomas y que por tanto se entiende que la dolencia permanece vigente aunque no se les haya confirmado el positivo mediante prueba de detección. Las cifras, que recaba Atención Primaria, no abarcan a los pacientes que han dejado de presentar síntomas o que tras pasar la enfermedad han dado negativo.
