La nieve que cayó de forma intermitente a lo largo de toda la mañana en Roncesvalles (Navarra) marcó la celebración del acto que dio inicio oficial al Año Santo Jacobeo 2010. De hecho, el mal tiempo obligó a modificar el programa inicialmente previsto y a suspender el tradicional recorrido a pie de los Príncipes de Asturias hasta la iglesia de Santiago. Tras su llegada en helicóptero a la localidad en la que comienza el Camino Francés en España, diez minutos antes de lo previsto y entre intensas medidas de seguridad, Sus Altezas se dirigieron directamente a la iglesia de Santiago, donde fueron recibidos por el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco González Pérez, y por el prior de la Colegiata de Roncesvalles, Jesús Idoate Gil.
Tras saludar a la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, y a los presidentes de las comunidades autónomas por donde pasa el Camino, Sus Altezas se hicieron junto a ellos la foto oficial de recuerdo frente a la portada gótica del pequeño templo del siglo XIII.
A continuación, la comitiva se dirigió hasta la Real Colegiata de Santa María de Roncesvalles, acompañada por más medios de comunicación que público y mientras caían unos finos copos de nieve, de los que Doña Letizia se resguardaba con un paraguas y Don Felipe afrontaba al descubierto al mismo tiempo que charlaba animadamente con el presidente de Navarra, Miguel Sanz.
Los Príncipes fueron recibidos en el pórtico de la Colegiata por su Cabildo y entraron en el interior del templo mientras se escuchaba el repique de las campanas. Tras ocupar un sitial en el lado izquierdo del presbiterio, comenzó el acto oficial de lectura de discursos que abrió el arzobispo de Pamplona y en el que intervinieron Sanz y los presidentes de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; Aragón, Marcelino Iglesias; La Rioja, Pedro Sanz; Cantabria, Miguel Ángel Revilla; Galicia, Alberto Núñez Feijoo, y el País Vasco, Patxi López, además de la ministra de Cultura. Don Felipe fue el encargado de cerrar el turno de discursos.
Entre otras autoridades, en los bancos de la iglesia pudo verse a la consejera de Cultura de la Junta, María José Salgueiro; su homólogra del Principado de Asturias, Mercedes Álvarez; la presidenta del Parlamento de Navarra, Elena Torres; la delegada del Gobierno en la Comunidad Foral, Elma Sáiz; varios consejeros del Ejecutivo navarro; miembros del Consejo Jacobeo; el alcalde de Roncesvalles, Luis Echeverría, y los regidores de las localidades navarras del Camino.
La Capilla de Música de la Catedral de Pamplona fue la encargada de amenizar el acto con la interpretación de tres piezas musicales relacionadas con la ruta jacobea. Tras la última interpretación, la comitiva oficial, presidida por Sus Altezas Reales, accedió al claustro de la Colegiata y a la capilla de San Agustín, donde se encuentra el mausoleo del rey de Navarra Sancho VII el Fuerte, ante el cual Sus Altezas Reales depositaron una corona de flores con la leyenda ‘Felipe y Leticia, Príncipes de Asturias y de Viana’.
A continuación, accedieron al Museo de Roncesvalles. Tras firmar en el Libro de Honor de la Colegiata y recibir de manos de Miguel Sanz una colección de diez números de la revista ‘Panorama, apuntes para una historia de la fotografía en Navarra’, sobre temas jacobeos, y unos cuentos infantiles sobre el Camino en Navarra para sus hijas, los Príncipes abandonaron la localidad para dirigirse a Jaca (Huesca), donde se cerró la apertura oficial del Año Santo Jacobeo 2010.
