“Estoy sorprendido, muy dolido y ofendido. Estoy viviendo en estos días los momentos más duros y difíciles de mi vida en la política. Se han conculcado y vulnerado mis derechos como ciudadano, recogidos en la Constitución, como mi derecho al honor personal y mi derecho a la dignidad, entre otros.
Son acusaciones muy graves que atentan contra mi persona”.
Con estas palabras resume el concejal del PP en el Ayuntamiento de Segovia César Martín su situación personal tras ser apartado del grupo municipal por su portavoz, Beatriz Escudero, junto a Elena García y Mercedes Álvarez-Campana, por sospechar que entre estos tres ediles están los dos que rompieron la disciplina de voto en el último pleno, al no apoyar una moción popular pidiendo la entrega del acta a Javier Arranz por la polémica sobre el CD con insultos al Rey.
En declaraciones a este periódico, Martín reiteró ayer que votó en el sentido acordado por el grupo, en una votación que fue secreta, y que, aunque no le queda otra opción que acatar la decisión de Escudero cree que es “injusta, muy injusta”. Mi conciencia está muy tranquila, no sé la de otros”, añadió.
Martín, que reitera su fidelidad al Partido Popular y su cariño por una formación para la que lleva “trabajando desinteresadamente casi 18 años”, afirma, en relación a las acusaciones de connivencia con concejales socialistas vertidas por Escudero, que no puede consentir “que nadie me acuse de negociar con el PSOE, ni la forma de votar en un pleno, ni tampoco el sentido de mi voto. Nunca he negociado con el PSOE absolutamente nada, sin tener previamente el consentimiento de la portavoz de mi grupo”.
Martín, que también pide tiempo ante una “situación muy complicada”, asegura que tampoco puede “consentir ni permitir, que nadie ponga en duda mi trabajo realizado en beneficio de la ciudad de Segovia y de los segovianos, trabajo realizado sin buscar en ningún momento protagonismo alguno”.