La Catedral será hoy escenario del último concierto del ciclo de ‘Música en los Barrios’, una sesión en la que sonarán algunas de las composiciones de Hernando Franco, maestro de capilla en el México del siglo XVI, junto con las de Tomás Luis de Vitoria, el músico español que mayor proyección tuvo en la vida musical europea de su momento. Ambos se formaron con el que seguramente fue un estupendo maestro: Jerónimo del Espinar, que ejerció en Segovia y después en Avila. El concierto, a cargo del Coro Amadeus, dirigido por Alonso Gómez Gallego, será a lasocho de la tarde en la Catedral. La entrada es libre hasta agotar el aforo.
A menudo vemos películas y series de televisión que recrean, con mayor o menor fortuna, con mayor o menor fidelidad, la vida de algunos personajes históricos. La trayectoria vital de Hernando Franco, músico del siglo XVI, nacido en Badajoz, formado en Segovia, y que acabó sus días en Ciudad de México como maestro de capilla en la capital de Nueva España, podría relatarse como si de un guion de cine se tratase, y, sin exagerar datos, resultar un ‘bio-pic’ apasionante.
Hernando Franco nació en Galizuela (Badajoz) en 1532 y desde 1542 vivió en Segovia como niño de coro de la catedral. En una época en la que la vida resultaba fácil solo para algunos, los niños de coro, seleccionados por sus cualidades musicales, por su facilidad para el canto, tenían asegurada la supervivencia, la formación, y en muchos casos, el futuro, en un momento en el que la mortalidad infantil tenía porcentajes enormes.
A la edad de 22 años, Hernando viaja a las Indias Occidentales junto a su amigo Jerónimo del Álamo, siendo maestro de capilla primero en Guatemala y luego en México, donde falleció.
