La plaza de San Lorenzo acogió ayer, un año más, el rastrillo solidario organizado por el Grupo de Acción Misionera de la parroquia del barrio con el objetivo de recaudar fondos para sus proyectos internacionales, que se desarrollan en dos localidades con los que la parroquia está hermanada: La Pradera, en Caracas, y Dete, en Zimbawe.
Según recordó Fernando Serrano, uno de los organizadores de la iniciativa, el hermanamiento con La Pradera cuenta ya con 17 años; mientras que la misión de Dete se está desarrollando desde hace más de un lustro. También se destinará parte de lo recaudado a Haití, país con el que el grupo colabora desde el terremoto que lo asoló.
En el rastrillo, que tuvo mucha animación durante toda la mañana dominical, podían encontrarse productos de muchos tipo, encurtidos, bollería y alimentos varios, libros, juguetes, ropa, etcétera.
A lo recaudado en esta iniciativa hay que unir lo que se consiguió el pasado viernes en la XV Caminata solidaria, gracias a las aportaciones voluntarias de los cerca de 500 participantes que acudieron, así como lo recaudado en algunos servicios religiosos del fin de semana. Todo ello se destinará íntegro a los proyectos, pues son los propios misioneros los que lo llevan, sin intermediarios.