Dicen los entendidos en la materia que las goitiberas o carrilanas son el deporte de inercia más antiguo que existe. Básicamente consiste en descender puertos de montaña en vehículos de 3 o 4 ruedas equipados con dirección y frenos y, por supuesto, sin ninguna propulsión. Los seguidores de esta modalidad aseguran que se disfruta tanto construyendo y preparando la propia máquina, como compitiendo.
Pero además de ser un deporte federado (La Federación de Deportes de Inercia) y un sector con interés para la innovación tecnológica, se ha convertido en una herramienta educativa a través del programa Hiperbaric-Challenge (HC) en el que está dado pasos firmes un equipo de alumnos del Colegio Marista ‘Nuestra Señora de la Fuencisla’.
El grupo, formado por 13 estudiantes de Bachillerato, que cuentan con tres mentores y dos tutores, compite con otros once de Torrent (Valencia), Bergara (Guipúzcoa), Orense, Burgos, Plasencia (Cáceres) y Alcoi (Alicante). Juntos han movilizado a casi 50 entidades de distinto calado que, a través de donaciones económicas, aportaciones de recursos materiales, cesiones temporales de instalaciones y actos de difusión, muestran su interés en una actividad educativa que “a priori podría parecer meramente lúdica, pero que tiene un trasfondo mucho mayor que han sabido transmitir los estudiantes a estas instituciones”, según destaca Hiperbaric, S.A., empresa que ha impulsado esta iniciativa dentro del plan de acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Los participantes han asumido el reto de diseñar, ‘prototipar’ y construir un coche de inercia, conforme a los requerimientos que establece la Federación de Deportes de Inercia. Además de elaborar un proyecto que deberán defender ante un jurado de expertos y en el que no sólo se valorará la parte técnica, sino también los aspectos sociales, de marketing y de gestión, el equipo pondrá a prueba su prototipo en una competición real de trazado urbano por la ciudad de Burgos el 18 de junio de 2016.
Por el momento los segovianos han pasado la primera criba del desafío, con la entrega de un plan de viabilidad, al que han dado curso los organizadores. Ahora tienen cuatro meses para fabricar y pilotar el coche que les puede llevar a ser los máximos ganadores Hiperbaric Challenge 2016 o de las categorías: mejor proyecto técnico, mejor comunicación y creatividad, emprendimiento empresarial, valores sociales, vencedor de la carrera
