Un montaje sobre la vida desde el nacimiento hasta la muerte pasando por el amor, los hijos y la vejez y con algún guiño a la pandemia en las manos del titiritero aragonés Javier Aranda inaugura este martes la XXXIV edición del Festival Internacional de Títeres de Segovia ‘Titirimundi’.

La sencilla puesta en escena de ‘Vida’ casi se limita a la de un canasto, del cual el artista irá sacando diversos objetos que, casi por arte de magia, se acoplarán entre sus dedos hasta formar personajes con personalidad propia, que harán olvidar a los espectadores de la presencia del artista que los da vida.

Según ha explicado Aranda en declaraciones a los medios en una presentación este martes, se trata de «un espectáculo muy sencillo porque trata de la vida»: «Dos personas, bueno, dos ‘personitas’ que nacen en escena, crecen en escena, se enamoran en escena, tienen un bebé, el bebé se va, ellos envejecen y mueren», ha narrado.

«Es el transcurso de la vida condensado en una hora», ha resumido Aranda, quien se formó en la Escuela de Teatro de Zaragoza y desde hace más de veinte años trabaja con distintas compañías aragonesas como Teatro del Temple, Teatro Arbolé o Teatro Gayarre, además de tener la suya propia desde 2015.

Ha manifestado que para él es «un honor enorme» dar el pistoletazo de salida a esta edición, que se celebra a pesar de la pandemia, porque considera que «hay que seguir viviendo»: «Necesitamos la magia de los títeres, de los cines, de los bares, las tiendas… necesitamos seguir viviendo», ha afirmado.

Como artista, ha sido testigo de cómo «se ha caído todo el trabajo que había» a raíz de la crisis sanitaria: «Yo tenía el año lleno, tenía la suerte de que había mucha demanda y tenía lleno el año con muchos viajes internacionales y de golpe y porrazo hasta noviembre se cayó todo», ha lamentado.

En la noche de este martes, se celebrará el acto inaugural de esta edición con la presentación de la directora del festival, Marian Palma, la revelación del pregonero y la interpretación de ‘Vida’, a la que asistirá el consejero de Turismo y Cultura de la Junta de Castilla y León, Javier Ortega.

A pesar de que la inauguración oficial es en la noche de este martes, a lo largo de la tarde ya se llevarán a cabo los primeros pases, como ‘Kumulunimbu’ en el jardín de la Casa de Espiritualidad San Frutos, con la compañía catalana La Ortiga, cuyo lema es «arte rural y plural hecho a mano y ecológico para cambiar el mundo».

‘Pelele Marionettes’, una compañía con sede en Toulousse pero fundada por una española, Paz Tatay, actúa también por la tarde con ‘Las aventuras de Don Cristóbal’, una obra de títeres de cachiporra con música en directo y efectos especiales en el Jardín del Torreón de Lozoya.

‘Criaturas particulares’ de Roberto White y ‘Mr. Barti’ de Álex Marionettes completarán la programación de la primera jornada de esta edición, que dura hasta el domingo 27 y está marcada por las medidas de seguridad para prevenir los contagios del coronavirus.

Asistencia, funciones y entradas

Por ejemplo, de las 410 plazas habitualmente disponibles en el Teatro Juan Bravo, durante la obra inaugural sólo estarán ocupadas 92, ya que sólo habrá dos personas por fila. Este año, veintiún compañías participarán de 89 funciones en una versión mucha más reducida que, por ejemplo, la del año pasado, cuando actuaron 35 compañías en 315 funciones.

En 2019 se calcula que alrededor de 40.000 personas asistieron a dichos espectáculos, mientras que este año se han puesto a la venta tan sólo 3.300 entradas, de las cuales se han vendido alrededor del 70 por ciento.

Otra parte de la programación que se ha visto trastocada ha sido la de los pueblos de la provincia, ya que si el año pasado Titirimundi llevó funciones a 53 municipios, este sólo lo hará a 26 localidades, debido al miedo de las administraciones locales y las dificultades logísticas de esta edición.