No hace demasiado tiempo los niños se hacían piteras, quienes acusaban a sus compañeros eran unos cacariques, se comían entremozos y si no se estaba demasiado fuerte, se era un jijas. Hoy en día algunos de estos términos pueden sonar a chino, porque son vocablos prácticamente perdidos, frases que se escuchaban a los abuelos y que ya nadie repite, a pesar de que forman parte del acervo cultural de la región y de que enriquecen de forma extraordinaria el léxico.
Para paliar esta situación, el Instituto de las Identidades de la Diputación de Salamanca ha decidido crear un Diccionario de las Hablas de Salamanca, una obra que, según explicó el director del instituto, Juan Francisco Blanco, servirá de referencia y contribuirá a frenar la «pérdida progresiva» de estos términos.
Se trata de un trabajo ambicioso, prueba de ello es que aunque se han marcado un plazo de tres años para su finalización, ésta no es una fecha cerrada, por lo que Blanco augura que será «una obra definitiva». Aunque reconoce que han sido muchos los dialectólogos e investigadores que han realizado importantes aportaciones al léxico salmantino, opina que era «necesaria» una revisión de todo lo publicado hasta el momento.
Una obra en la que se apoyan es la del autor José Lamano y Beneyte titulada El dialecto vulgar salmantino, un trabajo realizado en 1916 y que la propia Real Academia de la Lengua Española reconoció por su valía al incorporar algunos de sus vocablos en el diccionario de la RAE, concretamente los que están precedidos por la abreviatura de salmantinismos, (sal).
Este libro, continúa, «marcó un camino» que siguieron otras publicaciones, pero hasta el momento no se había tratado con la proyección que tendrá el futuro Diccionario de las hablas, con términos «inéditos». En concreto, detalla que se llevará a cabo una revisión de lo publicado al respecto, se aportará material de investigadores que permanece inédito y que procede de «tesis que estaban durmiendo en los archivos» y se incorporarán las palabras e informaciones que aporte la gente de los pueblos de la provincia.
De hecho, recalca que desde que surgió la iniciativa, han recibido un aluvión de propuestas porque en Salamanca existe una «sensibilidad» hacia este tema, al igual que hay un interés por conservar «los bailes y trajes tradicionales». Como ejemplo, invita a realizar una «excursión por la red», donde se encuentran blogs y páginas webs de municipios, con una importancia predominante del léxico específico salmantino, debido a que es «algo muy vivo» cuyos vecinos no quieren perder.
