El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ha descartado la creación de un gobierno de unidad nacional, como vienen reclamando algunos sectores dentro del país y desde la comunidad internacional, ya que supondría “un golpe contra la Constitución”.
Durante su discurso semanal, ha considerado que los llamamientos a crear un gobierno del que formen parte chiíes, suníes y kurdos constituye “un golpe contra la Constitución y un intento por poner fin a la experiencia democrática”, informa la BBC.
Al Maliki ha defendido que “las Fuerzas Armadas son capaces de abrir las carreteras que unen las provincias y liberar a las ciudades con el apoyo de las autoridades religiosas y los ciudadanos”, en referencia a la ofensiva por parte de los insurgentes suníes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) que se han hecho con el control de buena parte del norte del país, según recoge la agencia oficial NINA.
“Acudiremos a la primera sesión de la Cámara de Representantes y nos comprometeremos con la Constitución y en respuesta a la autoridad religiosa y a los ciudadanos que participaron en las elecciones”, ha añadido, en referencia a la apertura del Parlamento prevista para el próximo 1 de julio.
Nuevos ataques
Por otro lado, los milicianos suníes han atacado una de las mayores bases aéreas de Irak y se han hecho con el control de varios pequeños campos petroleros este miércoles.
Los milicianos, liderados por el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) con el respaldo de otros grupos suníes, han seguido con su avance en el norte del país desde que tomaron Mosul el pasado 10 de junio.
Han atacado asimismo el yacimiento de Ajeel, 30 kilómetros al este de Tikrit, donde hay al menos tres yacimientos pequeños que producen 28.000 barrilles al día, según ha informado un ingeniero que trabaja en estas instalaciones.
El ingeniero ha indicado que las tribus locales habían asumido la seguridad de los yacimientos después de que la Policía se retirara pero éstos también se han ido después de que la localidad cercana de Al Alam fuera tomada por los milicianos.
Ajeel está conectada a dos oleductos, uno que va hasta el puerto turco de Ceyhan y otro a la refinería de Baiji, que este miércoles continuaba en la línea de frente. La televisión estatal ha mostrado el envío de refuerzos en helicóptero al recinto para frenar el asalto sobre Baiji, un complejo industrial estratégico situado 200 kilómetros al norte de Bagdad.
Líderes de las tribus locales han indicado que están negociando tanto con el Gobierno que lidera el chií Nuri al Maliki como con los combatientes suníes para permitir que las tribus gestionen la planta si las fuerzas iraquíes se retiran. Un responsable gubernamental ha dicho que Bagdad quiere que las tribus rompan con el ISIS y otras facciones armadas suníes y ayuden a defender el recinto.
Los combates en torno a la planta comenzaron hace una semana y en este tiempo ambos bandos han sufrido avances y reveses.
Por otra parte, milicianos incluidos del ISIS así como tribus suníes aliadas se han enfrentado con las fuerzas iraquíes en la localidad de Yathrib, 90 kilómetros al norte de Bagdad, a primera hora del miércoles, según testigos y un alto cargo municipal. Cuatro milicianos han muerto, han precisado.
Los insurgentes han rodeado una base aérea cercana, conocida como ‘Camp Anaconda’ bajo la ocupación estadounidense, y la han atacado con morteros. Testigos han precisado que la base ha sido rodeada desde tres flancos.
