EFE / VALLADOLID
La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha reconocido este martes que es «bastante probable» que las medidas restrictivas aplicadas en Valladolid y Salamanca para frenar los contagios de coronavirus sigan al menos una semana más, para acompasarlas el periodo de incubación del virus, pese a que la evolución de la incidencia tiende a mejorar. «No vamos a dudar en tomar medidas y ser rápidos y contundentes» porque esto «salva vidas», ha remarcado Casado en la rueda de prensa de análisis de la pandemia y en referencia a un estudio de FEDEA sobre los efectos positivos de una actuación anticipada sobre la reducción de la mortalidad, que según la consejera plantea que Castilla y León podría haber registrado el 80% menos de fallecimientos asociados a la Covid-19 con el adelanto del estado de alarma.
En esta línea, preguntada por si en el caso de Valladolid y Salamanca podían haber tomado las medidas antes, Casado ha expresado que «si se ha montado la que se ha montado» habiéndolas tomado en este momento, hubiera causado aún más revuelo, pero ha defendido que lo hicieron con «criterios epidemiológicos» que es mejor «no mover». La consejera ha argumentado que la incidencia acumulada de la Covid-19 en ambas ciudades era «muy alta» y presentaba «claros indicios» de que había transmisión comunitaria del virus, por lo que ha insistido en que en la decisión de la Junta no tuvo «nada que ver» con la perspectiva de las fiestas patronales de ambas urbes.
No obstante, sí ha reconocido Casado que la programación de actos festivos en Valladolid y Salamanca era un «gran factor de riesgo» para la transmisión de contagios. De hecho, la consejera ha afirmado que de no haber tomado las medidas la pasada semana en las dos ciudades se habrían registrado en las dos siguientes semanas «muchísimos, muchísimos, muchísimos casos«. «Es muy duro, pero es esencial para minimizar el incremento de la mortalidad», ha remarcado. Cuando la pasada semana presentaron las medidas para Valladolid y Salamanca, los responsables de la Junta reconocieron que situaban a sus poblaciones en una situación similar a la «fase 1» de la desescalada, pero este martes Casado ha remarcado que la principal diferencia radica en que «no hay limitación de la movilidad» para salmantinos y vallisoletanos.
De hecho, ha reconocido que con las tasas de incidencia acumulada actuales, la decisión de un «confinamiento muy riguroso» sería «probablemente desproporcionado» y, además, ha asumido que «no hay policía suficiente» para controlar los accesos y los movimientos de todos los ciudadanos. Por ello, ha apelado nuevamente a la responsabilidad personal, ya que la principal fuente de los contagios siguen siendo las reuniones familiares: «Si no se puede hacer una comunión o un cumpleaños…pues que no se junten 40 personas en casa», ha ejemplificado.