Parece que las cosas se van perfilando con rapidez en la elección del lugar de ubicación de la segunda infraestructura sanitaria de Segovia. Todo indica que el solar que cuenta con más puntos será el de los 10.000 metros cuadrados en los alrededores del centro Antonio Machado: es propiedad de la Junta y no es especialmente gravoso el cambio de uso en comparación con otros más complejos. Aunque conlleva un gran movimiento de tierra y bajar la rasante. Hay dos cuestiones que demuestran la importancia que tanto la Junta como el Ayuntamiento dan a esta decisión: la presencia del delegado territorial, Jose Mazarías, que prefirió acudir a esta reunión antes que quedarse en Segovia. Tenía a otra consejera en casa, pero ese asunto ya estaba resuelto, era mero protocolo. Por parte del Ayuntamiento, que acudiera el jefe del Gabinete de la Alcaldía, Ismael Bosch, también aportaba su particular dosis política.
La Junta no quiere perder esta partida política y sanitaria. La nueva infraestructura acogerá la radioterapia y las consultas externas, con lo cual el Hospital General podrá dedicar ese espacio a nuevas camas, pero para evitar posibles descontentos sobre la magnitud de la obra emprenderá también, y a la par, el estudio del nuevo Hospital, que podría ubicarse en el terreno de 42.000 metros cuadrados cercano al actual equipamiento, aunque de propiedad privada. ¿Y el Policlínico? Juego de póker. La concejala Martín se entrevistó la semana pasada con la Plataforma en Defensa del Hospital Policlínico y le prometió introducir su propuesta en la reunión. Hecho. ¿Excusa?: dos acuerdos del Ayuntamiento en las que aparece como alternativa, improbabilísima, pero alternativa, y la defensa del concejal popular Pablo Pérez de la opción. ¿Postureo político? Sumen los votos necesarios para conseguir un concejal y entenderán algunas actitudes.
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