La Junta de Castilla y León lamentó este martes, tras conocer la agresión a profesionales sanitarios en el centro de salud del municipio vallisoletano de Renedo, que es «absolutamente intolerable» que algunos ciudadanos pasen «de los aplausos a las agresiones» contra sanitarios que «literalmente se están dejando la vida» por todos. Así lo subrayó el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno extraordinario, tras manifestar la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que su departamento ejerce la «tolerancia cero» con este tipo de agresiones, que además de las consecuencias físicas generan «ansiedad y angustia» entre los profesionales.
Los hechos a los que se refieren ambos tuvieron lugar el pasado domingo en el Centro de Salud Rural I de Renedo, donde un enfermero y un médico de guardia fueron insultados y amenazados con una barra metálica por varios pacientes, que estaban pendientes de la realización de una prueba PCR y que se quejaron porque los profesionales tuvieron que salir del recinto sanitario por una urgencia a domicilio.
Aunque el sindicato Satse demandó el lunes que la Junta se persone en las causas judiciales que se inicien por este tipo de agresiones, el vicepresidente de la Junta ha asegurado que no pueden hacerlo al tratarse de una Administración pública, pero tanto él como la consejera han recalcado todo el apoyo hacia los profesionales. Igea planteó que resulta «absolutamente intolerable no sólo la agresión sino que se dude de la profesionalidad y su entrega», en referencia a que los profesionales tenían que desplazarse a una urgencia a un domicilio.
De hecho, el vicepresidente aconsejó que si algún ciudadano tiene «algún insulto» se dirijan hacia los responsables políticos, pero dejen tranquilas a «esas personas que se están dejando la vida» para proteger a toda la sociedad en la crisis del coronavirus.
