Tras los multitudinarios actos de ayer, la agenda del Papa para los próximos días se presenta plena de citas institucionales, pero sin olvidar el propósito de su visita: el encuentro con los jóvenes.
La jornada de hoy comenzará para Benedicto XVI con una visita al palacio de La Zarzuela donde será recibido por los monarcas. Tras la audiencia, el Pontífice se dirigirá al Monasterio de El Escorial, situado a 50 kilómetros de Madrid, donde se encontrará con 1.600 religiosas en el patio de los Reyes, y posteriormente, en la basílica de este conocido monumento, se reunirá con unos 1.200 profesores universitarios.
Poco después, 12 peregrinos de los cinco continentes, entre ellos dos españoles, almorzarán con el Papa en la Nunciatura en su regreso a Madrid desde El Escorial.
La jornada vespertina de Benedicto XVI comenzará a las cinco con una reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Después del encuentro con el jefe del Gabinete español, a las siete y media el Pontífice presidirá uno de los actos más esperados de esta edición de la JMJ: el Vía Crucis.
Quince pasos, que procesionan en Semana Santa en distintas ciudades de Andalucía, ambas Castillas, Madrid, Murcia y Valencia, presidirán las catorce estaciones del recorrido y el estrado desde el que lo seguirá Benedicto XVI en el Paseo de Recoletos, entre las plazas de Colón y Cibeles.
La Cruz de los Jóvenes, símbolo de la Jornada, recorrerá cada estación portada por diez peregrinos de otros tantos países donde la Iglesia sufre. Serán peregrinos de España, Tierra Santa, Sudán, Egipto, La India, Irak, Brasil, Italia, Albania, Ruanda, Burundi, Francia, Jordania, Haití y Japón.
Concluida la ceremonia, el Papa pronunciará una oración y se retirará a descansar a la Nunciatura. Sin embargo, para los jóvenes, el día no finalizará con la marcha del Pontífice, porque podrán disfrutar de una gran procesión, que se prolongará hasta las cuatro de la madrugada, y en la que los pasos, acompañados cada uno de dos bandas de música, se dirigirán solemnemente hacia la céntrica Puerta del Sol.
La agenda del sábado se iniciará temprano, exactamente a las nueve de la mañana, cuando el Santo Padre, como un sacerdote más, confesará en los jardines del Retiro, a tres jóvenes peregrinos, en el denominado Parque del Perdón. Después, oficiará una misa en la Catedral de La Almudena a la que asistirán unos 5.000 seminaristas. Concluida la Eucaristía, mantendrá un encuentro privado con el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy.
Los actos oficiales se reanudarán por la tarde, a las cinco, con una reunión entre el Papa y los organizadores de la JMJ. Posteriormente, pasadas las siete y media, Benedicto XVI visitará la Fundación Instituto San José, un centro para enfermos gestionado por la Orden Hospitalaria de los Hermanos de San Juan de Dios.
Cientos de miles de jóvenes esperarán al Pontífice en el aeródromo de Cuatro Vientos, donde llegará a las ocho y media de la tarde del sábado para presidir la Vigilia, uno de los actos centrales de la JMJ. Tras la procesión con la Cruz de los Jóvenes, el Papa responderá a varias preguntas de los peregrinos, y después pronunciará un discurso.
La Vigilia concluirá con la adoración eucarística y la consagración al Sagrado Corazón de los jóvenes, que pasarán la noche en el aeródromo esperando el regreso de Benedicto XVI la mañana del domingo para oficiar la misa con la que concluirá la Jornada Mundial de la Juventud.
Tras la Eucaristía, el Papa anunciará cuál será la próxima sede a la JMJ que, según apuntan fuentes vaticanas, podría ser Río de Janeiro. Después de almorzar con los cardenales españoles, por la tarde se reunirá con los voluntarios del evento en el recinto ferial Ifema, tras lo cual se dirigirá al aeropuerto de Barajas desde donde regresará a Roma en un avión que partirá a las siete de la tarde.
