Mientras la nueva Biblioteca Pública del Estado, aunque gestionada por la Junta de Castilla y León, empieza a coger el ritmo cotidiano que caracteriza a estas instituciones culturales, el viejo edificio de la Calle Real, donde la biblioteca ha tenido su sede desde los años cuarenta del siglo pasado y hasta hace muy poco, espera su reconversión en Casa de la Lectura municipal, algo para lo cual es necesario primero que se lleve a cabo la cesión legal por parte del Estado al Ayuntamiento.
La alcaldesa, Clara Luquero, explicó ayer que el Ayuntamiento tiene un primer documento del antiguo director del Libro Rogelio Blanco, del momento en el que se proyectó la nueva biblioteca, en el que ya se manifestó la voluntad política del Ministerio de Cultura, entonces, de ceder al municipio este edificio histórico —fue cárcel en el siglo XV—, entre otros motivos porque ya fue propiedad municipal y fue entregado al Estado para que se transformase en biblioteca.
Después, la propia alcaldesa mantuvo un encuentro con el todavía secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, en el que también se confirmó esa voluntad. “Ahora se está realizando la tramitación administrativa para que la cesión sea una realidad y la pelota está en el tejado de Patrimonio del Estado”, informó Luquero.
La alcaldesa añadió que el Ayuntamiento ha ido remitiendo la documentación que se le ha solicitado, así como la ampliación de la misma, y dijo que “estamos a la espera de sus noticias”.
En este sentido, reconoció que “nuestro deseo es empezar cuanto antes pero las tramitaciones administrativas son así, lentas y pesadas”.
El PP cree que podría tener salas de estudio
El Grupo Municipal Popular (GMP) ha propuesto que se estudie la posibilidad de habilitar salas de estudio en el inmueble que ha sido biblioteca pública, en la Calle Real, hasta su cierre reciente por la apertura de las nuevas instalaciones en el barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia.
A través de una nota de prensa, los concejales del PP en el Ayuntamiento señalan que desde que se produzca la anunciada cesión del edificio por parte del Estado y hasta que se adapte a su nuevo destino como Casa de la Lectura “podría habilitarse un espacio como sala de estudio y de esta manera poder comenzar ofreciendo un servicio a los vecinos del recinto amurallado”.
El GMP ha formalizado esta petición ante la Concejalía de Cultura, porque considera que esta medida puede paliar, en parte, “la carencia de servicios que tiene esta zona de la ciudad, contribuyendo así a la revitalización del casco histórico”.
Desde el PP, además, se congratulan de la puesta en marcha de las nuevas instalaciones en el citado barrio y también consideran positivo y “muy necesario” que el viejo inmueble se convierta en Casa de la Lectura, con el libro como protagonista.
