Con la euforia del pase a la final de la fase de ascenso a Segunda B en la mano, la Gimnástica Segoviana volvió ayer a los entrenamientos con el punto de mira en el Zamora CF. La alegría, pese a la trascendencia de lo logrado, ha pasado a un segundo plano y el trabajo sigue siendo la principal arma para acercar su objetivo. Primero y segundo de la competición regular del Grupo VIII se disputan la plaza para subir de categoría, en un duelo que, al igual que las semifinales, tiene por escenario la Nueva Balastera de Palencia. Será el sábado, a partir de las 20.00 horas, cuando los dos equipos que mejores números han conseguido a lo largo del curso se vean las caras en 90 minutos que valen toda una temporada.
Parte con ventaja el cuadro zamorano, que al ir líder en el momento que se detuvo la liga, en caso de que la final termine en tablas, se adjudicaría el ascenso de la misma manera que el plantel gimnástico pasó a la final tras empatar con la Arandina (0-0). Como antecedentes, en los dos compromisos ligueros en los que ambos conjuntos se enfrentaron, la plantilla que dirige Luis David Movilla se impuso en el Ruta de la Plata (3-0) y empataron en La Albuera (1-1). En la clasificación definitiva, el Zamora se hizo con el campeonato con tres puntos (73) más que la Segoviana y un partido menos disputado.
Por otro lado, el equipo que mejor inercia lleva en lo que va de 2020 es el de Manuel González, que no pierde desde el 29 de diciembre del año pasado en Ávila (2-1). Desde entonces, contando con la semifinal del play-off, ha encadenado un total de 11 encuentros invicto de forma consecutiva, con nueve triunfos y dos empates; y solamente ha recibido tres goles. Los enfrentamientos que ha acabado en tablas ha sido precisamente con rivales que han finalizado entre los cuatro puestos para luchar por el ascenso: la Arandina el domingo y el Zamora a principios de febrero. La escuadra segoviana continúa compitiendo a un alto rendimiento, entrando en una inmejorable dinámica y vendiendo cara la derrota, pero de momento sigue costándole ganar a los contrincantes con los que comparte aspiraciones.
El balance de la estructura zamorana en lo que va de año es de seis victorias -contando el triunfo ante el Numancia B (2-1) en la otra semifinal-, tres empates y una derrota frente al Ávila (1-0) -la única de toda la temporada en competición oficial-. Los de Movilla arrancaron la campaña acumulando cifras de las más llamativas de Europa y en la primera parte del campeonato, durante el 2019, contabilizó todo victorias (14) salvo un empate.

