El pasado sábado Cuéllar se volvió a llenar de cultura y apostó por nuevos escenarios que, desde la Concejalía de Cultura, son ubicaciones que bien merecen acoger espectáculos de pequeño formato . Este verano esa es la propuesta: las condiciones no permiten aglomeraciones y esta propuesta de microeventos está marcando ya la agenda cultural que se presenta cada 15 días.
La idea fue realizar de manera simultánea tres espectáculos en espacios exteriores con un encanto especial en Cuéllar, y los elegidos fueron los jardines de Tenerías, el patio del Estudio de Gramática y el del Ayuntamiento. Tenerías es ya una ubicación habitual en las noches veraniegas pero sin embargo, los otros dos patios han resultado un descubrimiento y un acierto. El Estudio de Gramática acogió la nueva obra de Maricastaña Teatro: ‘Resplandor en la editorial’. Los actores cuellaranos Nuria Aguado y Fernando Cárdaba entusiasmaron al público allí presente. De manera simultánea, en el patio del Ayuntamiento, entre sus columnas y construcción a modo de antigua corrala, resonaron las bellas melodías de los violines del Dúo Arezzo. El espectáculo y el lugar no pudieron crear mejor simbiosis, envolviendo a los asistentes, perfectamente distribuidos para guardar las distancias. Por último, el entorno de Tenerías también logró cautivar a los que se decidieron por Álvaro Pajares y sus “Cuentos para una noche de julio”, dirigidos a público adulto y que amenizaron la noche de la mejor manera.
Las medidas de seguridad se mantuvieron estrictamente, y esta será la tónica de todas las actividades que se organicen en la villa en la época estival. Asientos numerados y reservas previas para cada asistente son imprescindibles, además de la puntualidad para poder mantener el control de acceso a los espacios. Todas las sillas en cada espacio se han colocado a una distancia más que prudencial y se evita el contacto entre el público, que por supuesto debe acudir con mascarilla obligatoria. Igualmente, los espectáculos elegidos permiten ubicarse en estos espacios que priman el espacio abierto, el aire libre, como una forma más de mantener la seguridad; el verano permite que estos lugares se pongan en valor. Con estas iniciativas se pretende ofrecer toda la programación posible pero siempre adaptada a las circunstancias que deja la nueva normalidad, sin renunciar a la cultura aunque sea con la ya asumida como habitual mascarilla y a una distancia de seguridad; la población está respetando en todo momento las restricciones. n
