El pasado viernes en “La Moncloa” se firmaba el acuerdo entre el Gobierno de España y los agentes sociales por la “Reactivación Económica y el Empleo”, con el objetivo de lograr cuanto antes un crecimiento sólido, inclusivo y sostenible de nuestra economía, después del Covid-19 y crear bases sólidas para acelerar la recuperación económica y la creación de empleo de calidad.
Los pilares de la economía del futuro (transición verde, economía circular, industria, digitalización, teletrabajo, etc.) parten de un acuerdo muy positivo para su desarrollo que además debe seguir avanzando en esa línea.
La participación y acuerdo en el marco del diálogo social del Gobierno de Pedro Sánchez, con CEOE-CEPYME y los sindicatos UGT y CCOO, es evidente que busca que los acuerdos sean sinónimos de avance para la ciudadanía. Cuestión que observamos como en las conclusiones de la Comisión de reconstrucción en el Congreso de los Diputados, se aleja de los planteamientos del PP.
Para la derecha, cada vez más alejada de la política de Estado, de la política del acuerdo para avanzar y no dejar a nadie atrás, ni con la mayor “tragedia sanitaria” en los últimos cien años, declarada pandemia y que tiene evidentes consecuencias sociales y económicas es argumento suficiente para “arrimar el hombro” y ayudar a los españoles.
El pleno del día 22 de julio en el Congreso votará las conclusiones y si no son capaces de cambiar de postura pasaran a la historia como alejados de las necesidades de la ciudadanía y sólo pendientes de la ultraderecha reaccionaria.
Y en Castilla y León, vemos como el diálogo social, pende de un hilo, después de que el gobierno autonómico de PP y Cs, de forma unilateral incumpla los acuerdos firmados y decida no abonar a todos los trabajadores afectados por ERTE el suplemento pactado. Esto se une al incumplimiento del acuerdo de las 35 h de los empleados públicos, etc.. En fin, ¡por los actos les conocemos y se retratan!
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(*) Diputado del PSOE por Segovia.
