¿Qué hace la escultura sobre Blas Zambrano (1874-1938), obra de Emiliano Barral, en la exposición Imago Urbis Romae que hoy exhibe el Museo Provincial?. Resulta al menos chocante la presencia del busto del maestro y pedagogo, padre de la filosofa y escritora María Zambrano y amigo de Antonio Machado, en una muestra sobre el pasado romano de Segovia. La escultura tiene sede permanente en el patio de la Diputación. La explicación la ofrece el académico de San Quirce y experto en la obra del maestro. «Emiliano Barral lo veía como un patricio romano revivido, por su gran aprecio por la cultura clásica, y lo talló con formas geométricas perfectas, como una escultura clásica», asegura Mora, profesor de Historia del Pensamiento Español e Iberoamericano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UAM. Cuando se le pide que defina, en pocas palabras, la figura de Blas Zambrano, Mora sostiene que fue, sobre todo, «maestro y humanista, un entusiasta de la educación y un gran cultivador del pensamiento clásico y de la cultura real».
Quien fuera director de la Escuela de Magisterio hasta 1990 trabajó durante años en la recopilación de la obra de Blas Zambrano y, fruto de esta investigación, en 1998 publicó «Artículos, relatos y otros ensayos», una obra hoy agotada, y que supuso el primer gran acercamiento a la figura y obra del padre de la discípula de Ortega. En aquella obra, Mora no incluyó, por su gran extensión, el manuscrito «Resumen de la historia del pueblo griego» ni algunos otros apuntes que, entonces, estaban incompletos. El académico se puso en contacto con el catedrático de la Universidad de La Laguna, Luis Miguel Pino Campos, experto en las fuentes clásicas que nutrieron el pensamiento de Ortega y María Zambrano, y le propuso editar aquel texto. El resultado es una publicación, «El arte de resumir», que hoy se presenta en la Academia de San Quirce (19.00 horas), con un prólogo del profesor Mora y en el que, además, se incluyen otros textos del que fuera asiduo contertulio del «grupo de intelectuales zurdos» y uno de los fundadores de la Universidad Popular de Segovia, junto a Machado, Mariano Quintanilla, Agustín Moreno y Emiliano Barral, entre otros, y que permaneció activa entre 1919 y 1937. La obra que recupera algunos de los escritos y reflexiones de Blas Zambrano, que vivió en Segovia entre 1909 y 1926, incluye la lección inaugural del curso 1910-1911 del Instituto General y Técnico, el actual IES Mariano Quintanilla. «Esta lección es una verdadera joya», sostiene Mora, que explica cómo el escrito fue publicado por la imprenta del Diario de Avisos, que se fusionó con El Adelantado de Segovia en 1916. Con independencia del prólogo, en el que profesor Mora pone al día la biografía de quien fue director del colegio de Los Huertos y maestro regente de la Escuela de Prácticas de la Normal de Maestros de Segovia, la reedición de estos manuscritos supone una nueva aproximación a la figura de Blas Zambrano, que durante décadas quedó ensombrecida por la figura de su hija.
El académico de San Quirce, que en su obra de 1998, de casi 500 páginas, recopiló todos los artículos publicados por el maestro en la prensa local, especialmente en el Diario de Avisos, y los textos de sus conferencias, admite que «a él le descubrimos al estudiar la obra y pensamiento de su hija». «Blas Zambrano tiene valor en sí mismo», al ser, según asegura, una figura muy importante en lo que se llamó la nueva educación, la escuela dominante en España y Europa desde 1910 a 1930.
«Aunque no tiene un gran tratado de pedagogía, pero sí una serie de artículos y conferencias interesantísimos», sostiene Mora que recuerda también como Blas Zambrano fue presidente de la agrupación socialista de Segovia en 1920, intervino en el primer curso de la Universidad Popular con una conferencia titulada «El concepto de la Cultura» y e impartió, en 1923, el curso, de cuatro lecciones, sobre la historia de la humanidad.
Entre sus méritos, el profesor Mora destaca que Blas Zambrano formó a varios discípulos de su obra y pensamiento que posteriormente desarrollaron una labor clave en el campo de la educación y las revistas educativas, como fueron Pablo de Andrés Cobos, Norberto Hernanz y David Bayón. Los tres fundaron en Segovia en 1929 una revista titulada «Escuelas de España», que se editó hasta 1936.
De su relación con Machado, Mora recuerda que en su libro de 1998 publicó tres manuscritos de casi 300 páginas donde se describían los temas que debatían en la tertulia, en el taller del ceramista Fernando Arranz. Machado, que en su último libro, ‘Mairena póstumo’, dedicó un semblanza a Blas Zambrano, remitió una carta a la hija del maestro, en 1937, donde recuerda cómo aquel, delante del Acueducto, le dijo al poeta: «Amigo Antonio, hemos de admirar este monumento grandes y bello porque es el amigo que tenemos en Segovia». De ahí que Machado denominase a Blas Zambrano como «el arquitecto del Acueducto«.
