La Junta de Castilla y León dio marcha atrás en su decisión de proponer a la provincia para la fase 3 y anunció ayer que finalmente Segovia no formará parte de la solicitud para avanzar de etapa.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, sustentó la decisión del Gobierno autonómico en la “proximidad a Madrid”, por lo que Segovia, junto a Soria, Ávila y Salamanca, queda fuera del avance que sí se ha pedido para Burgos, Palencia, Valladolid, Zamora y León.
La decisión, no exenta de polémica, desdice las propias palabras de la consejera de apenas unos días, en las que anticipó que la Junta pediría que toda la Comunidad avanzase a la siguiente fase de la desescalada. Cuando esta medida fue anunciada, ya la consejera anticipó que se concretarían algunas limitaciones adicionales en cuanto a la movilidad y el ocio, pero en ningún momento se señaló la posibilidad de que algunas zonas avanzaran y otras no.
Aparte de la cercanía a Madrid, la consejera reveló que ‘la franja sur’, como así denomino la consejera a las cuatro provincias, cuenta con un mayor índice de incidencia acumulada y que por seguridad se había decidido retrasar el salto hasta la próxima semana. Casado quiso concretar que, salvo grave repunte, Segovia y sus compañeras serán propuestas durante la siguiente semana, por lo que lograrían alcanzar la fase 3 para el 22 de junio, día en que acabaría estado de alarma y entraría en escena la ‘nueva normalidad’.
La consejera de Sanidad también respondió a las dudas sobre la movilidad entre provincias, que permanecerá restringida y concretó su “tranquilidad” al conocer que Madrid permanecerá en la fase 2.
Respecto a la duda de no utilizar las zonas básicas de salud en esta situación, Casado añadió que se desechó esta posibilidad ya que el impacto de la pandemia “está bastante generalizado”, algo debatible en el escenario de la provincia de Segovia, ya que la zona norte, con la excepción de la zona básica de salud de Sacramenia, ha registrado menos impacto que el área sur y la capital.
Se cumple además otra paradoja más que la Junta no aclara, y es que si atendemos a la distancia, Salamanca se encuentra más lejos que Valladolid de Madrid.
Igea explicó que se han puesto en contacto con los alcaldes de esas cuatro ciudades, lo que han conseguido salvo en el caso de Soria que estaba en sesión plenaria, y “todos han comprendido la decisión”, han mostrado su solidaridad y han dicho “que naturalmente comprendían nuestra propuesta”.
El vicepresidente de la Junta ha sostenido que lo de ir más deprisa o más despacio es relativo y depende cómo se mida, ya que en la prudencia de la Comunidad le ha permitido ahora avanzar en buena parte de su territorio a fase dos, con lo que ha llegado más lejos.
“Cinco de las nueve provincias van a pasar a la fase tres antes de tiempo por la estrategia” adoptada en Castilla y León, defendió Igea.
“Seguimos al mismo ritmo, en realidad lo que ha ocurrido no es que nadie vaya más despacio es que hay cinco provincias que pueden ir un poco más rápido”, incidió, ya que la Junta marcó desde el inicio de la desescalada que no se avanzaría dos semanas seguidas de fase, condición que la última propuesta ha roto.
La consejera defendió que no se trata “de un castigo” para los ciudadanos de esas provincias que han guardado correctamente el confinamiento y las medidas de seguridad, sino “una medida de seguridad” para “no tener brotes, contagios o gente en las UCI”.
Casado les pidió “tener un poco más de paciencia, una semana más”, y defendió que no hay tantas diferencias entre la fase dos y la tres en cuestión de movilidad sino que afectan especialmente a cuestiones de aforo.
