Con la Liga española aún sin decidir, dos de los aspirantes al título, Atlético y Real Madrid, afrontan una jornada que podría ser decisiva bajo los efectos de la ‘resaca’ de la Champions. Y es que el duelo del 24 de mayo en el que estará en juego la ‘Orejona’ es un partido en el que se expondrán los numerosos contrastes que ofrecen uno y otro equipo. Dos maneras de entender el fútbol y, quizás también, la vida.
Lisboa será la sede de la mayor fiesta del fútbol madrileño. Nunca antes hubo una final de la máxima competición continental con dos equipos de la misma ciudad. Y en el caso de Real y Atlético, pocas veces coincidirán en un campo tanta disparidad.
Buena parte de esa diferencia tiene que ver con el distinto presupuesto que maneja uno y otro club. Mientras la entidad de Concha Espina se mueve por los 500 millones de euros anuales, el conjunto del Manzanares trata de sobrevivir con tres veces menos. Por eso, entre otras razones, el Real Madrid no tiene inconveniente en gastar cada año más de 100 millones de euros en fichajes y el Atlético se ve obligado a vender a alguna de sus ‘estrellas’.
Pero no solo son las diferencias económicas lo que separa a uno y otro conjunto. También está el perfil sociológico de sus aficionados y la forma de entender el fútbol. El bloque blanco tiene su sede en el Paseo de la Castellana, zona exclusiva de la capital donde comprar un simple apartamento de un dormitorio suele costar más de 300.000 euros. En cambio, el Atlético creció en el sur de Madrid, zona tradicionalmente obrera y foco de inmigrantes.
Así, el Santiago Bernabéu es a menudo comparado con una ópera por el silencio de su hinchada y su alta exigencia. Muy diferente es el ambiente que se registra en el Vicente Calderón, uno de los campos más ‘calientes’ de España.
Tampoco permite muchas comparaciones lo que ocurre con sus dirigentes. Mientras Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, es elusivo con la prensa, el mandatario rojiblanco, Enrique Cerezo, es completamente expansivo y uno de los dirigentes más bromistas del fútbol español.
Igual ocurre con el aspecto de los jugadores. Mientras los futbolistas del Real Madrid aparecen con peinados y vestuario según la moda, los rojiblancos prestan menos atención a esas cosas y en lo estético solo compiten con los ‘merengues’ en número de tatuajes.
Los entrenadores actuales también son un fiel reflejo de las dos personalidades diferentes que poseen ambos clubes. Tras el ‘terremoto’ de José Mourinho, el club regresó a sus orígenes con el italiano Carlo Ancelotti. Diego Simeone es muy diferente en el banquillo ‘colchonero’. El argentino se sitúa lo más cerca que puede estar un entrenador de ser un hincha, como demostró en el campo del Chelsea al correr por toda la banda.
