La tensión se palpa en el seno de la corporación municipal de Palazuelos de Eresma. Después de que el Grupo Socialista pidiera la semana pasada la dimisión del alcalde, Jesús Nieto, por “presuntas irregularidades urbanísticas”, y el regidor las desmintiera, las relaciones entre PP y PSOE no son las mismas que hace un mes escaso, cuando PP y Ciudadanos rompían el ‘pacto de Gobierno’ y los concejales socialistas pasaban a ocupar los puestos de los ‘naranjas’ en la Junta de Gobierno.
Poco les ha durado el idilio a populares y socialistas. Daniel Bravo e Hilario Lázaro, los ediles del PSOE, han renunciado a sus cargos como tenientes alcaldes segundo y cuarto, respectivamente, y a formar parte de la Junta de Gobierno, renuncia admitida por el alcalde y publicada ya en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Al mismo tiempo, el BOP también publica el nombramiento de los concejales populares, Elena Rincón y Javier Aragoneses, como los nuevos tenientes alcaldes segundo y cuarto e integrantes de la Junta de Gobierno. Se mantienen además en ese órgano municipal, Juan Manuel Martínez (PP), primer teniente alcalde, y Verónica Rincón (Defendiendo Nuestro Pueblo), tercera teniente alcalde.
Rotos todos los pactos, salvo con DNP, el PP se enfrenta a un mandato complicado, en el que va a estar obligado a acuerdos, porque no tiene mayoría. Hay que recordar que la corporación municipal de Palazuelos de Eresma está formada por: cuatro concejales del PP, tres del PSOE, dos de Ciudadanos, dos de Izquierda Unida, uno de DNP y otro de Podemos.
El portavoz del PSOE, Daniel Bravo, explicaba ayer a esta Redacción que su grupo seguirá trabajando, “ya que el Ayuntamiento continúa”. Los socialistas esperan el pronunciamiento del alcalde sobre las irregularidades urbanísticas que, en opinión de los socialistas, se han producido. “Vamos a esperar un poco, darle un margen, pero si no, a lo mejor, tomamos la iniciativa y hacemos otras cosas. Ahora estamos en un tiempo de impás, pero si no mueve ficha, pues la moveremos nosotros”. Bravo no descarta que esos movimiento se pueden traducir en una moción de censura.
