Cuando el pasado verano Sandra Galindo y Pablo Cando anunciaron a sus familiares y amigos su intención de casarse, nada hacía presagiar que la fecha del 22 de agosto de 2020 elegida para el enlace se vería postergada por el devastador efecto de un virus. La joven pareja –segoviana ella y zamorano él- llevaban meses de preparativos para que todo saliera perfecto, pero el covid-19 ha sido el inoportuno invitado que ha obligado a posponer la boda para el 21 de agosto de 2021.
Este importante paso atrás ha supuesto una lógica decepción para la pareja , pero Sandra y Pablo han decidido apelar al sentido del humor para asumir este inesperado revés, y han enviado a través del sistema de mensajería whatsapp un divertido video para anunciar a sus invitados la noticia del aplazamiento, en el que parodiando un informativo de televisión dan a conocer la decisión, así como la nueva fecha del enlace.
Pablo en el papel de locutor y Sandra como una particular intérprete de lenguaje de signos cuentan en el video la decisión de aplazar su ‘santo matrimonio’ debido a las circunstancias, y piden paciencia a sus invitados para que el próximo año la boda esté cargada de saludos, abrazos, besos y en la que poder bailar “el Despacito, la Macarena y algún que otro pasodoble”.
Sandra Galindo explica que la idea original de los novios para anunciar la suspensión era “elaborar un video con fotos nuestras, pero resultaba algo ñoña, y decidimos hacer algo más divertido y pensamos en parodiar lo de la televisión, aunque nos da un poco más de vergüenza”.
La decisión de suspender la boda no ha sido fácil para la pareja, que al igual que otras muchas ha tenido que posponer sus proyectos para mejor ocasión, pero finalmente consideraron que era lo más lógico, ya que las limitaciones que la ‘nueva normalidad’ impondrá para la celebración hacen más oportuno pensar en una nueva fecha en la que haya más posibilidades para todos.
Ahora solo hay que esperar un año más y Sandra y Pablo culminarán su historia de amor con una boda que abrirá un nuevo horizonte para los dos, en el que a buen seguro el coronavirus quedará atrás como un mal recuerdo.
