La actual crisis sanitaria que vive todo el mundo está agudizando el ingenio de muchos y es en estos tiempos cuando los emprendedores pueden demostrar y hacer valer sus ideas e iniciativas, dentro de una lucha que tiene un denominador común, paliar los daños que está provocando el coronavirus. Y en Segovia, hay unos cuantos ejemplos, y uno de ellos es el de la granjeña Laura Tapias, representante de una tercera generación familiar de profesionales de la madera, que hace unos años fundaba Lauwood, una firma especializada en la moda y el diseño de productos con madera noble. Ahora, se reinventa y nace Laudwood Healthcare, una empresa dedicada a la producción de material de protección contra el coronavirus. La firma granjeña está especializada en la investigación y el uso de nuevos materiales, disponiendo de un laboratorio de I+D+i con equipo de alta tecnología en el ensayo tanto de materia prima como producto finalizado. El laboratorio les permite seguir estudiando y analizando, para conseguir la mejor opción de material y producir los mejores equipos, adaptados a una normativa, que se va actualizando casi cada día.
Laura cuenta que empezaron a trabajar en este nuevo campo de los equipos de protección sanitarios a mediados de marzo, cuando desde la administración autonómica se les solicitó la necesidad de que pudieran fabricar material como mascarillas y batas, tan necesarios y escasos en todo el país. “Nos pusimos manos a la obra, buscamos el tejido, la mejor opción de material, ya que hasta ahora no existía nada, todo se importaba. Y empezamos a producir los equipos”, comenta. Los primeros días, de forma solidaria, llevaron mucho material al Hospital de Segovia y a centros residenciales de toda la provincia. Al ver la necesidad de estos productos y el mercado que se ha generado, se marcó otro objetivo, crear una fábrica nacional de producción de productos certificados, “y demostrar que en España también se pueden fabricar”.
Laura Tapias afirma que en estos momentos “estamos desbordados”, con pedidos de administraciones, instituciones y empresas, y a Lauwood Healthcare se le prevé una buena expansión. No quiere dar números de producción, “porque no quiero ser sensacionalista”, pero Laura dice que ya tienen pedidos de más de un millón de mascarillas y de batas, de toda España.
Continúan con su oficina en La Granja y el centro de producción en el polígono El Cerro de Segovia, y ya son unas diez personas las que trabajan en este nuevo proyecto. Laura quiere destacar el gran equipo que le rodea y que está haciendo posible esta iniciativa. Junto a ella, Fran Tort, ingeniero y experto en procesos de calidad y homologación, es el responsable de certificación, calidad y homologación. Sonia es la patronista que piensa en los diseños, y Alicia es la responsable de producción, la que controla la confección.
El tejido con el que están trabajando es fundamental en la creación de un buen producto, y Laura insiste en que siguen estudiando en su laboratorio y siempre adaptándose a lo que establece una normativa muy cambiante. La empresa fabrica mascarillas, batas, gorros, patucos y manguitos, para adultos y para niños. El material empleado es hidrófugo, antibacteriano, resistente a las salpicaduras y con buena respirabilidad.
Esta emprendendora granjeña manifiesta un gran entusiasmo por su nuevo proyecto y dice que su objetivo principal es abarcar Castilla y León, y en general, el medio rural, que es en el que vive. De hecho, aunque la distribución es online, tiene mucha demanda de pueblos pequeños, a los que no ha tenido ningún problema en acercarles el producto, como es el caso esta semana de La Velilla. Y también está muy contenta por haber podido colaborar con su pueblo, el Real Sitio de San Ildefonso, al que ha donado 6.000 mascarillas. Asimismo, ha cedido material a pueblos como Cantalejo, donde ha encontrado mucha colaboración de la empresa de bolsas de la familia Roveno, que se han encargado de elaborar el empaquetado para sus productos. “Estamos contentos porque creo que estamos haciendo algo importante. En estos primeros días estamos trabajando con algunas limitaciones, dada la situación del estado de alarma, pero quiero agradecer el apoyo y la solidaridad que estamos recibiendo de los empresarios segovianos”. Laura está feliz y se le nota, y muy orgullosa “de lo que hemos podido hacer en tan solo mes y medio”. Sin duda, un gran ejemplo de emprendedora.
